Darwin y su padre revolucionaron la idea del origen del mundo

Esa vaga noción de lo que fue el origen del mundo se mantuvo en las doctrinas de la Iglesia Católica y del protestantismo hasta que Robert, el padre de Charles Darwin, encontró las evidencias que derrumbaron las nociones sobre la edad del Universo y de nuestro planeta.

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La Policía española descubrió un vehículo con sillas de playa y una hamaca en vez de asientos. Foto: @SplToledo

Por El Diario de Hoy

2019-08-19 7:36:28

“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto…”

Y así jornada tras jornada en los seis días que tomó crear tierra y cielo, el bondadoso e ingenioso Dios del Génesis completó su obra.

Miguel Ángel evocó la Creación en los techos de la Capilla Sixtina en Roma, en uno de cuyos paneles se ve a Dios dando vida a la raza humana acercando su dedo al de Adán.

Ningún pueblo en la Antigüedad tuvo noción real de la edad del universo o de nuestro Sistema Solar, refiriéndose todos a las historias de la creación de acuerdo con sus creencias, mitos y leyendas, desde la teogonía griega que se refiere “al caos” como el universo antes de Gea, la Tierra, hasta la historia de la creación bíblica, a lo que se agrega el hecho de que los romanos no tenían manera de representar uno o más millones de lo que fuera.

Y esa vaga noción de lo que fue el origen del mundo se mantuvo en las doctrinas de la Iglesia Católica y del protestantismo hasta que Robert, el padre de Charles Darwin, encontró las evidencias que derrumbaron las nociones sobre la edad del Universo y de nuestro planeta.

Darwin se interesó en las capas de los terrenos que aparecían cuando se efectuaban excavaciones, como en las diversas texturas y composición de materiales entre unas y otras, y que donde hubo terrenos pantanosos más tarde se consolidaron capas de origen volcánico.

En algunas de esas capas Darwin encontró fósiles de animales extintos en su época, lo que le llevó a la conclusión de que durante milenios o millones de años tanto la composición de los terrenos como de su fauna y flora habían variado.

Esos estratos son crónicas de la historia de la Tierra, evidencias de que nuestro planeta existía desde cientos o miles de millones de años, un cuadro que echaba por tierra las tesis sustentadas por las religiones de su tiempo, desde la Anglicana profesada en Inglaterra hasta la versión católica.

Hasta hace poco se prohibía enseñar la Teoría de la Evolución en EE.UU.

El hijo de Robert Darwin, Charles, emprendió un viaje de investigación sobre las especies naturales en el continente americano, lo que entre otras cosas lo llevó a las Galápagos, donde encontró pingüinos adaptados al trópico y enormes tortugas, una de las cuales murió recientemente después de ciento y tantos años.

De esas observaciones, de mucha reflexión, de armar el mosaico de los descubrimientos de su padre y de su propio análisis, Darwin hijo escribió “El origen de la especies”, exponiendo como la lucha por la supervivencia y la adaptación a las cambiantes condiciones de la naturaleza va alterando unas de ellas y preservando otras; las cucarachas y las langostas, se dice, tienen varios cientos de millones de años de existir sobre nuestra Tierra, mientras el hombre actual, el Homo sapiens, apenas unos pocos miles de años.

De allí que los hombres descienden de una criatura similar a los monos, unos más que otros, lo que provocó airadas condenas, al extremo de que hasta hace poco en algunos estados de Norteamérica era prohibido enseñar la Evolución, aferrados a la tesis bíblica de que Dios creo al hombre en su forma actual y a la mujer de una costilla suya.