Ortega tiene como rehén a la gente más destacada de su país

Lo que aflige a muchos en nuestro suelo es que los desmanes y truculencias de Ortega están sirviendo de “guía de ruta” a la dictadura criolla, siendo el más lustroso ejemplo la Ley de Agentes Extranjeros que ha comenzado a ser repudiada por la comunidad internacional

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Foto Por EDH- Instagram @thalia

Por El Diario de Hoy

2021-11-21 8:36:23

El dictador Daniel Ortega ha tomado como rehenes —o escudos humanos— a las personas más destacadas de Nicaragua y quienes podían haberlo derrotado en las elecciones, la táctica inveterada de tiranos, terroristas y agitadores callejeros.

Se recuerda que el dictador iraquí Sadam Hussein y su par libio Muamar el Gadafi usaban a mujeres y niños como escudos humanos en sus palacios, al igual que lo hacían un sindicalista inescrupuloso y otros individuos en marchas en San Salvador en las que presionaban a los niños contra los escudos de los antimotines.

Los rehenes, como los regañitos y regañotes de la comunidad internacional a Ortega, no son, empero, su mejor escudo.

El verdadero muro protector alrededor de la dictadura nicaragüense es la tolerancia de la comunidad internacional y las gestiones de las izquierdas comunistas o chavistas en su favor, algo muy diferente a lo que le sucedió a Pinochet, García Meza, Ríos Montt o al mismo Somoza, que fueron implacablemente perseguidos.

Rodeado de las narcodictaduras de la región, el régimen nicaragüense se siente tan seguro e impune que está sacando a Nicaragua de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Las dictaduras de toda naturaleza se caracterizan, debe reconocerse, por construir los bastiones que suponen inexpugnables pero que son sus cárceles, de donde pocas veces salen sin rodearse a la vez de las soldadescas que los cuidan.

El gran dictador no se atreve a asomar las narices, pero sus críos, como es el caso de los hijos de Fidel Castro (no de su hija Alina, que lo denunció), andan por el mundo tirando dinero a raudales para divertirse a lo grande.

De esos retoños se dice que el único capaz y responsable es el premier canadiense Justin Trudeau, que más igual a Fidel —incluyendo su imponente estatura—, imposible...
Nadie, fuera de una efemelenista salvadoreña, consideró como un triunfo la farsa electoral de Ortega (a quien, como se dice en Nicaragua, el cielo ha castigado dándole como mujer a Rosario Murillo, la ex secretaria de Pedro Joaquín Chamorro), aunque es seguro que el déspota cubano Díaz-Canel y el venezolano Maduro también lo felicitarán.

Díaz-Canel se adelantó a las venideras protestas haciendo que sus esbirros, las soldadescas usuales de los tiranos, amenazaran a líderes y no líderes del movimiento por el retorno de la democracia y la comida a Cuba.

Para aterrar tanto a Ortega como a Díaz-Canel, les han suprimido la visa a Estados Unidos...

Preocupa que el dictador criollo siga las pautas del nica...

Secuestrar, tomar rehenes son repugnantes, inhumanas prácticas que vienen desde la más remota antigüedad.

Un noble francés secuestró a Ricardo Corazón de León a principios del Segundo Milenio cuando el rey inglés regresaba de mostrar grandeza en la Segunda Cruzada para rescatar el Sepulcro de Nuestro Señor, como al día de hoy regímenes despóticos toman de rehenes a periodistas, diplomáticos e inversores, como les sucedió a dos canadienses por el apresamiento de la hija del fundador del gigante chino Huawei...

Seres humanos como moneda de cambio...

Lo que aflige a muchos en nuestro suelo es que los desmanes y truculencias de Ortega están sirviendo de “guía de ruta” a la dictadura criolla, siendo el más lustroso ejemplo la Ley de Agentes Extranjeros, que confisca y criminaliza la cooperación exterior de nuestros países amigos y causó ya el cese inmediato de la muy beneficiosa ayuda alemana...