Cuarenta años de pesadilla orteguista en Nicaragua

Las consecuencias, además del terror, son una creciente pobreza de un pueblo ya pobre, mayor censura contra periodistas y público, un descenso en la producción, éxodo de políticos y periodistas al exterior.

descripción de la imagen
Alejandra encara radiante una jornada de labores en Telemundo. Foto: Gentileza de Alejandra Ochoa

Por El Diario de Hoy

2019-07-22 7:00:25

Cuarenta años de desgracias para los nicaragüenses se cumplieron el pasado viernes 19 de julio, cuatro decenios de censura, saqueo, imbecilismo y, lo más grave, represión, asesinatos, torturas, salvajismo, con un pequeño paréntesis de democracia con los gobiernos de Violeta Chamorro y Enrique Bolaños.

La banda de marxistas totalitarios que tomó el poder usurpó el nombre de un aguerrido patriota nicaragüense, Augusto César Sandino, que no era comunista y por ello rechazó el ofrecimiento de Farabundo Martí de unirse a él.
Sandino fue asesinado por orden de Anastasio Somoza padre cuando salía de una reunión con tal personaje para pactar un entendimiento. Y tras el asesinato de Sandino muchos nicaragüenses fueron víctimas del feroz dictador.
En los actuales momentos la banda que se apoderó de Nicaragua y cuyo cabecilla es Daniel Ortega ha desatado una brutal represión contra un pueblo harto del robo, de la censura, de las persecuciones, de la pobreza.

Son más de cuatrocientos nicaragüenses los que han muerto en las represiones del orteguismo, brutales ataques perpetrados por la policía de la dictadura, que disparan y la emprenden a garrotazos contra estudiantes, trabajadores, mujeres, sacerdotes. Nada ni nadie es respetado.

Las consecuencias, además del terror, son una creciente pobreza de un pueblo ya pobre, mayor censura contra periodistas y público, un descenso en la producción, éxodo de políticos y periodistas al exterior.

Lo que sostiene al orteguismo es la narcodictadura venezolana y que es asimismo el soporte de la Cuba castrista, un régimen que está llevando a su pueblo a la hambruna y que sigue siendo La Meca de los efemelenistas salvadoreños, que allí acuden a “curarse” (lo creen ellos), a consultar estrategias, casi a recibir órdenes.

Como era de esperarse, Sánchez Cerén y su partido rojo no han dudado en respaldar ni un momento tanto a Ortega como a Maduro en sus represiones, pues la “ley revolucionaria” justifica el asesinato y la represión para mantener el poder “en manos del pueblo”, siendo ellos, en sus calenturientas cabezas, la encarnacion de tal “pueblo”.

A los narcos parece no preocuparles las sanciones de EE.UU. a los orteguistas

El recorrido del sandinismo —y usaremos el nombre pidiendo perdón a Sandino— es lo que se puede esperar de cualquier banda de forajidos; lo primero que hicieron al llegar fue emprender un saqueo generalizado, especialmente de bienes y propiedades vinculadas en una u otra forma al derrocado Anastasio Somoza Debayle. Tal episodio se conoce como la “gran piñata”, repitiendo dos memorables incidentes de la cinematografia clásica: la locura de un pueblo en Grecia repartiéndose como podía los bienes, muebles, alfombras, cuadros… de Bubulina, una viuda de Zorba el Griego, y el saqueo y repartición de la casa de Yuri Zhivago en la cinta “Dr. Zhivago”.

El gran saqueo no solo fue de bienes tangibles, sino además de los ahorros y el dinero de los nicaragüenses. Comenzaron por declarar ilegales los billetes de cien córdobas, que debían cambiarse en los bancos controlados por la banda, para luego “emitir moneda”, poner la maquinita impresora de billetes a tope.

El resultado es el mismo en todas partes, en Alemania de los Años Veinte, en Bolivia, en Argentina… se llegó al punto en que el papel de los billetes costaba más que su valor en córdobas, haciendo que un dólar valiera doscientos cincuenta millones de córdobas…

¿Hasta cuándo durará el suplicio de los nicaragüenses? Los Estados Unidos han aplicado algunas sanciones, pero los narcos no se afligen de tal cosa…