¿Cuál es la mayor gloria de Viena? Su esplendor, sus músicos, su arte

Viena, antigua capital del Imperio Austro-Húngaro, es una ciudad que para las Navidades cobra un especial encanto, aunque sus habitantes dicen, con nostalgia, que hace medio siglo todo era más festivo, la iluminación más esplendorosa, las gente más desenvuelta.

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Foto archivo EDH

Por El Diario de Hoy

2019-12-16 7:01:51

Mozart, Beethoven, Schubert, el Danubio Azul, Sissi Emperatriz reinan supremos en Viena…
En toda Austria, Mozart está presente por doquier: su asombrosa producción musical, su retrato envolviendo chocolates, la leyenda de su vida es omnipresente, como es la de Beethoven, la de Schubert, la de los dos Strauss.
Viena, antigua capital del Imperio Austro-Húngaro, es una ciudad que para las Navidades cobra un especial encanto, aunque sus habitantes dicen, con nostalgia, que hace medio siglo todo era más festivo, la iluminación más esplendorosa, las gente más desenvuelta.
La catedral de San Esteban, gótica y radiante en su interno, es el centro de la ciudad, el punto de referencia para locales y turistas.
El espíritu de Viena fue forjado por sus grandes músicos, por Mozart (cuyas notas tocan las estrellas), por Beethoven, por los dos Strauss, por Schubert, por Haydn. Viena se convirtió en el centro musical de Occidente, y sus conciertos de fin de año, puestos en escena por la Filarmónica, dan nueva vida a la embrujadora herencia musical vienesa.
Con un repertorio musical que siempre inicia con la Marcha Radetzky y que el público acompaña siguiendo el ritmo con sus palmas, el programa continúa con las piezas que son parte del corazón de millones de personas en el mundo; no solo directores y ejecutantes occidentales las interpretan, sino también chinos y japoneses; Lang Lang es uno de los más aclamados pianistas de la actualidad, como Yo-Yo Ma el violonchelista extraordinario.
Yo-Yo Ma ha dado a conocer música japonesa al mundo, como Lang Lang hace de instrumentos musicales y melodías chinas un nuevo horizonte al espíritu de parisinos, berlineses y moscovitas.
¿Cuál es la razón de iniciar el concierto de fin de año con la Marcha Radetzky? El conde Von Radetsky fue un brillante militar cuyo valor estaba a toda prueba superando una de las más difíciles: derrotó al emperador francés Napoleón en la batalla de Wagram.
Beethoven fue quien rechazó el gesto de Napoleón de convertirse en emperador, arrebatando la corona de manos del Papa Pío VII y colocándosela él mismo en su cabeza, como hizo con Josefina. El rechazo se encuentra en la partitura de la Sinfonía # 3, escrita “en memoria de un gran hombre”.
La Oda a la Alegría del último movimiento de su Novena Sinfonía es el himno oficial de la Unión Europea; la letra es de Schiller, el inmenso poeta y dramaturgo alemán.

Por toda Viena hallamos magia, belleza, grandiosidad, historia

Beethoven fue el músico de la realeza vienesa, como Schubert el de la burguesía; junto con Mozart liberaron a los músicos de ser, literalmente, sirvientes de reyes, obispos, grandes señores, como fue Bach organista al servicio de la capilla del duque Juan Ernesto III de Arndstat.
En “Amadeus”, una película que distorsiona la vida de Mozart y atribuye al músico italiano Salieri haberlo envenenado —una enemistad que nunca se dio— y se achaca a los masones haber propiciado la muerte del compositor.
Sissi, la Emperatriz, hija del Gran Duque de Baviera, que casó con su primo el Emperador Francisco José, sigue siendo la figura imperial discutida y en cierta manera incomprendida. Su mayor gloria fue la de haber incorporado a Hungría al imperio en plan de igualdad, que a partir de entonces dejó de ser Imperio Austriaco a ser Imperio Austro-Húngaro, la bella emperatriz asesinada por un anarquista..