Con tantos garantes de las elecciones es inviable un “levantamiento popular”

Los venideros comicios ofrecen la oportunidad de elegir a alguien capaz de guiar los destinos nacionales por el buen sendero, de sanar viejas heridas y de superar agravios.

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Congreso Ordinario realizado el 31 de julio de 2018 en el auditorio Héctor Palomo Sol, para elegir a directivos. Foto Cortesía Fesfut

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2018-12-17 10:07:26

El general Munguía Payés dice que El Salvador está bajo el riesgo de un “levantamiento popular” si hay fraude en las elecciones presidenciales, pero sin aportar datos de que es lo que le lleva a semejante afirmación ni cuáles serían los alcances de esa “insurrección”.

No sabemos si el Ministro ha contactado representaciones diplomáticas de países que se interesan sobre los problemas y amenazas sobre El Salvador y la región centroamericana, pues lo que aquí sucede afecta el Hemisferio, como ya está pasando con las maras criminales que perpetran asesinatos en ciudades de Estados Unidos.

Sin embargo, tal planteamiento no tiene asidero si se toma en cuenta que hay una decena de organismos nacionales e internacionales que garantizan el proceso electoral:

El Tribunal Supremo Electoral
La Sala de lo Constitucional
la Fiscalía Electoral
La Fiscalía General de la República
La Sala de lo Contencioso

Los organismos electorales temporales, entre ellas Juntas Electorales Departamentales y Municipales y las Juntas Receptoras de Votos.

Las misiones de observadores…

El que no se sienta conforme, tiene adónde dirigirse para exponerlo, pero esto no es excusa para comenzar un baño de sangre.

Más bien es a esas instituciones a las que les corresponde exhortar y velar por que se cumplan las reglas del proceso electoral.

El Salvador no puede volver a un pasado de guerra que le costó 70,000 muertos y el retroceso de 25 años.

La paz interna, la convivencia entre sectores, el combate a toda clase de violencia es un objetivo en el cual todos debemos participar. Si se ha convocado a elecciones y están tomándose las medidas necesarias para que el proceso sea limpio y transparente no puede hablarse de “movimientos populares” ajenos a un esquema en lo que todos pueden pacíficamente participar.

Los esfuerzos deben asegurar que la población esté protegida de falsedades y malévolos rumores.

El que coindicidentemente ha hablado de fraude es el candidato Bukele, quien instigó turbas hacia el Tribunal Supremo Electoral, donde entraron violentamente e impidieron la salida del personal. Pero horas después su mismo partido, GANA, le corrigió la plana diciéndole que no había “fraude” ni nada irregular para armar semejante escándalo.

Lograr la paz es el objetivo de los buenos salvadoreños

Como decimos, lograr la paz interna y la convivencia pacífica entre todos los salvadoreños debe ser un objetivo de la buena gente en este país , de aquellos que cumplen con el mandato bíblico de ganar su pan con su propio esfuerzo, de los que cuidan a sus familias hacen esfuerzo por superarse y cumplen con la ley y los mandamientos morales.

Las venideras elecciones ofrecen la oportunidad de elegir a alguien capaz de guiar los destinos nacionales por el buen sendero de sanar viejas heridas y de superar agravios.

Vivir en civilización, donde somos libres para escoger lo que nos conviene, y contamos con los extraordinarios frutos de la producción en países libres, en países capitalistas, debe ser un anhelo general.

Ningún salvadoreño quiere caer en la clase de horror que se vive en Cuba —donde imperan el esquema puesto en pie por los viejitos que inventaron el hambre— o en la clase de horror que está pasando Nicaragua y sufre desde hace ya 20 años Venezuela, donde la gran parte de la población está forzada a buscar su como da en basureros, dos casos de extrema perversidad que, sin embargo y ciegamente, son apoyados por el gobierno efemelenista, lo que demuestra lo que sería nuestro destino colectivo si se perpetuaran.