Advertencia china a EE.UU. trae fantasma de Mao a la memoria

El horrendo costo para China del ascenso de Mao al poder fue el hambre, la esclavización de centenares de millones de chinos y entre cincuenta y sesenta millones de muertos.

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Dos mujeres contrajeron matrimonio la madrugada de este martes en Costa Rica, que se convirtió en el primer país centroamericano en aceptar el casamiento igualitario. Foto AFP/ Ezequiel BECERRA

Por El Diario de Hoy

2020-05-26 10:53:11

Hace unos días, altos funcionarios chinos advirtieron a Estados Unidos que ambos países están al borde de una “Guerra Fría” por las tensas relaciones que han sostenido en los últimos años.
La afirmación trajo a la memoria el fantasma de la “Guerra Fría”, la tensión, conflictos y distanciamiento que después de la Segunda Guerra Mundial y por décadas vivieron las naciones libres y el ahora despanchurrado Bloque Socialista de Naciones, esclavizado por el comunismo totalitario y encabezado por la Unión Soviética.
China no se libró de caer en el comunismo y sus horrores. El ascenso de Mao al poder en China fue resultado de su desmedida ambición, de suerte, de echar mano de todos los medios para eliminar rivales y de anteponer “los intereses del partido” —léase los de Mao— a la serie de horribles descalabros que fueron consecuencia de sus descabelladas políticas, como la colectivización de la tierra, el “Gran Salto Adelante” y la “Revolución Cultural”.
El horrendo costo para China fue el hambre, la esclavización de centenares de millones de chinos y entre cincuenta y sesenta millones de muertos.
Mao solía decir que “no importaba” sacrificar a trescientos millones de chinos si con eso se aseguraba la prosperidad futura del país.
La ideología se basó en las prédicas de Carlos Marx, prédicas que en cien años han causado cien millones de muertos. A esa cifra de espanto los estalinistas contribuyeron con veinte millones, los nazis —nacional-socialistas— con diez millones, los fascistas de Mussolini con unos cuantos miles, los grupos que operaron en Latinoamérica, apoyados por Cuba y la Unión Soviética, con cientos de miles.
Poco después de tomar el poder, Mao viajó a Moscú para ver, in situ, la implantación del socialismo, pero lo que debe de haber sido su evidente medianía intelectual hizo que Stalin lo recibiera dos días más tarde.
Fruto de las negociaciones fue la entrega de fábricas industriales rusas a China, “llave en mano”, listas para producir, que China iba a pagar en productos agrícolas como granos, lo que evidencia que Rusia ya estaba sufriendo los negativos resultados de la colectivización.
Gran parte de los veinte millones de muertos con que Stalin contribuyó a los cien millones del marxismo se derivó del asesinato de terratenientes, pues las sucesivas purgas de potenciales adversarios políticos no llegaron ni al millón, inclusive haber despachado al gran (para ellos) Lenín al otro mundo.
Las purgas locales, como la de Mélida y Cayetano, en comparación parecen riñas de familia, del sicópata que mata a varios de sus tíos…

“Hay que eliminar los gorriones comecosechas”. Pero la plaga de insectos comía mucho más…

Mao iba de gran pensada en gran pensada, cada pensada costándole la vida a millones. El Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural fueron como las joyas de la corona de sangre; una pequeña pensada pero que deslumbra fue el exterminio de los gorriones…
En algún momento, Mao culpó a los gorriones de China de devorar “los alimentos del pueblo” —léase de los cuadros represivos del régimen—, por lo que ordenó que les dieran muerte haciendo mucho ruido debajo de sus nidos para que no pudieran descansar y cayeran muertos. Dada la orden y muchedumbres desfilaban con bolsadas de cadáveres de gorriones para ganar puntos y conseguir raciones adicionales de comida.
El tiro salió por la culata, pues los gorriones comían los insectos, y al desaparecer sus enemigos naturales, los insectos proliferaron sin control y las pérdidas fueron mucho mayores.
Las muertes de millones por las hambrunas se habían escondido de los cuadros dirigentes del partido, que al darse cuenta denunciaron el hecho y dos líderes encararon a Mao, el principal Liu Shaoqi… Mao ordenó la captura de Liu y lo asesinó al negarle tratamiento contra su diabetes. En adelante se entretenía viendo la película de la agonía y muerte de Liu…