Todas las mascotas de Corea del Norte deben entregarse para alimentar a su hambrienta población

“El socialismo” ha encontrado su plena realización en Norcorea, la perfecta sociedad regimentada donde los hombres son apenas números y dependen de los mendrugos que les arrojan desde su mesa los poderosos.

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Una mujer se toma la prueba del COVID-19 en Miami Beach, Estados Unidos. Foto/ AFP

Por El Diario de Hoy

2020-08-26 7:01:07

“Mascotas del mundo, uníos; las presiones para extender el socialismo en el mundo son enormes y como resultado más y más perritos serán sacrificados a causa de las hambrunas resultantes, como en Norcorea en estos momentos”.

No solo perros y gatos están en peligro, sino además africanos, asiáticos y latinoamericanos, los que estorban, a juicio de grupos de malvados, pues creen que hay demasiada gente en el mundo, que la población mundial debe reducirse.

Pero no “sus poblaciones” sino la de otros países menos iguales, reducción que algunos piensan se llevaría a cabo con vacunas que afecten el ADN humano…

“El socialismo” ha encontrado su plena realización en Norcorea, la perfecta sociedad regimentada donde los hombres son apenas números y dependen de los mendrugos que les arrojan desde su mesa los poderosos.

En Norcorea, de la noche a la mañana y debido a la espantosa hambruna, se prohibió tener perros como mascotas, los que deben entregarse a restaurantes ( eufemismo para los galpones donde apenas comen los súbditos del régimen ).

Efectivamente, en las dos Coreas se comen perros, pero se dice que una cosa es comerlos cuando han sido criados para ello y otra quitar por la fuerza las mascotas de una persona, un niño, una familia.

Las mascotas suelen ser el solaz de personas mayores y la alegría de un niño, a quien ahora tienen que decirle que su perrito va a ser asesinado.

Lord Byron, el gran bardo inglés, dijo que mientras más conocía a los hombres, más apreciaba a su perro, frase similar a la de Diógenes el Cínico, de la antigua Grecia, quien aseguraba que el comportamiento de los grupos humanos le movía a querer más a su perro. (Cínico en griego es precisamente “perro”).

Norcorea, la sociedad ideal de lo que puede calificarse como neo-socialismo, está en muchos sentidos un paso adelante de otra nación muy socialista, Venezuela, donde la gente que en ocasiones puede comerse un chucho o un gato, es en los basureros donde encuentran sus almuerzos.

En el Estado de Texas cabe toda la humanidad como también en las grandes Pampas de Argentina

Dios envía al mundo a todos los niños con su pan bajo el brazo, pero ese pan, la creatividad para labrarse un buen camino en la vida, se malogra por malas o pésimas condiciones políticas, por reglas que violentan los naturales impulsos de los seres humanos, por asfixiantes costumbres, como lo que sucede en Pakistán, en Brunei, bajo los talibanes o en grotescas narcodictaduras como la venezolana.

El mundo está, casi literalmente, vacío, aunque haya naciones como nuestro El Salvador con una relativamente alta densidad poblacional pero menor a la de Bélgica y Holanda, países muy poblados pero con altos niveles de vida, lo que comprueba, una vez más, que menos gente no necesariamente se traduce en mayor bienestar pero si puede conducir a la pobreza.

Se ha calculado que toda la población mundial puede vivir en Texas y sostenerse con lo que allí se produce de alimentos y fabrica de bienes, lo que igualmente se dice de la zona norte de Argentina, de las grandes Pampas.

No hay socialismo a medias como tampoco medios embarazos, dijo Ludwig Erhard: siempre terminan en comunismo.