Cuando el objetivo debe ser salvar, la presidencia se empeña en destruir

Lo más censurable ha sido, como hemos señalado, cerrar negocios sin razón válida, como sucedió hace muy pocos días en el caso de la fábrica de calzado ADOC, de la fábrica de mascarillas y gabachas Intradesa, así como restaurantes del grupo Salume y fábricas de “churritos” y boquitas

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San Salvador, 09 mayo de 2020 Recorrido por el centro de San Salvador para fotografías policías en retenes y cordondes sanitarios. Foto EDH/ Yessica Hompanera

Por El Diario de Hoy

2020-05-20 6:38:43

En un momento en que se deben hacer los esfuerzos necesarios para preservar fuentes de trabajo y proteger en la medida de lo posible el suministro de bienes y servicios a la población, el régimen se ha dado a la tarea de cerrar negocios, restaurantes, fábricas que por algún motivo personal le irritan, al mismo tiempo que con sus medidas deja a un gran porcentaje de la población sin los medios para subsistir.
Como ya explicamos, no hay “confrontación” alguna entre los sectores productivos, las gremiales, y la presidencia en el sentido de que los primeros se niegan a discutir, parlamentar, buscar entendimientos, como de hecho lo han venido ofreciendo desde hace rato.
La respuesta ha sido descalificar a ANEP, a su presidente, don Javier Simán, y a las gremiales por haber abandonado la mesa en que se discutían los controles al gasto por la falta de transparencia y el intento de aprobar un esquema que ponía en manos del régimen comprar, contratar y efectuar transacciones de toda naturaleza prácticamente sin rendirle cuentas a nadie.
El objetivo: hacer fiesta con los dineros de la Nación.
Lo más censurable ha sido, como hemos señalado, cerrar negocios sin razón válida, como sucedió hace muy pocos días en el caso de la fábrica de calzado ADOC, con el alegato de que no tenían autorización para fabricar mascarillas protectoras y gel desinfectante, como si hubiera una ley que prohíbe a las empresas de cualquier naturaleza diversificarse, lo que no solo ocurre todo el tiempo sino que es la manera como la industria y el país no se quedan a la zaga en el desarrollo.
Las especies vivas evolucionan y fue gracias a que pequeños mamíferos lograron adaptarse a las terribles condiciones de clima y atmósfera que condujo a la extinción de los dinosaurios, que la vida animal no se extinguió.
Volvamos al caso de ADOC, una empresa que se propuso —y lo logró— calzar a todos los salvadoreños.
ADOC nace después de que un grupo fundara La Calzadora para fabricar alpargatas y que, además, “por conectes” obtuvo un contrato exclusivo de suministro de botas al Ejército.
El joven Roberto Palomo siguió adelante con su sueño, logrando, gracias a la variedad de modelos, la calidad del producto, su accesibilidad, poner muy buen calzado al alcance de todos.
Cuando la guerrilla desmovilizada en 1992 instaló en la “Segundo Montes” pequeñas fábricas financiadas por grupos internacionales, entre ellas una de calzado, Roberto ofreció asesorarles…

Dios proteja a los niños de El Salvador expuestos a sufrimientos y hambre

Confrontación no ha habido en ningún momento, pues productores, gremiales, tanques de pensamiento están más que dispuestos a contribuir en buena manera para proteger de la pandemia a la población, salvar negocios y empresas, cuidar hasta donde es posible el empleo y los medios de vida de toda la gente. Y encima de todo, preservar nuestra democracia, el Orden de Derecho, las libertades personales.
Aflige mucho la condición de tantas familias que, como lo expone la Decana de la ESEN, Carmen Aída Lazo, no van a contar con los recursos para nutrirse bien, lo que inevitablemente afecta gravemente a los niños y su desarrollo físico, mental y emocional.
Luchar para reducir el sufrimiento de los menos favorecidos es la meta de la buena gente en esta tierra, lo que también tendría que ser la del actual mandatario.
Quiera Dios que vea la luz…