La fulgurante joya del nuevo museo egipcio son la tumba y los sarcófagos de Tutankamón

La mayor parte de los tesoros se encontraban, hasta hace muy poco, en el museo de El Cairo, pero la tumba con el sarcófago seguía en el “Valle de los Reyes”, la necrópolis real.

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La titánica labor de las organizaciones que han luchado por mantener el DACA y el TPS está teniendo resultados importantes. Tras 4 años de una política antiinmigrantes y gobiernos centroamericanos que actuaron con sumisión, se avizora una luz de esperanza. Foto EDH / AFP

Por El Diario de Hoy

2021-01-21 8:20:00

Tutankamón, quien en unión de Cleopatra es el personaje más conocido de la historia del Egipto, una fascinante saga en el tiempo que abarca más de cuatro mil años, es el principal y esplendoroso atractivo del nuevo museo que esta edificándose en El Cairo a un costo de mil millones de dólares y muy cerca de las tres grandes pirámides de Giza, las de Keops, Kefrén y Micerino.
Las tres enormes pirámides, tumbas reales y conjuntamente con la Esfinge fueron parte un colosal desarrollo urbanístico conocido como Tebas, pero que no debe confundirse con la Tebas de Grecia cercana a Atenas, cuna de Epaminondas, uno de los más grandes estrategas de la historia.
Epaminondas venció a Esparta, la gran rival de Atenas, derrota que acabó para siempre su poderío.
Las últimas investigaciones, que incluyen exámenes con las más refinadas técnicas del momento, indican que el joven faraón aparentemente murió a los diecinueve años en una batalla, por lo que fue enterrado en una pequeña tumba en el Valle de los Reyes, lo que paradójicamente la salvó de ser saqueada, preservándola hasta que en 1922, Howard Carter y Lord Carnavon, el noble inglés que financió la expedición, la descubrieran, intacta, con sus deslumbrantes tesoros.
Sobre el cadáver embalsamado del joven faraón, hijastro de la reina Nefertiti o Nefertari, cuyo busto se encuentra en Berlín, mujer muy bella y refinada, hay varias máscaras sobrepuestas, en oro, pero que aparentemente estaban destinadas a una reina y que fueron adaptadas.
Para acompañar al joven faraón en su viaje al más allá, en la tumba se encontraron estatuillas de doncellas y de animales, carcajs con flechas, muchas flechas, un carro de guerra, figuras en marfil, piedras preciosas…

Los internautas de la Era Digital pueden visitar mucha de la gloria del antiguo Egipto

La mayor parte de los tesoros se encontraban, hasta hace muy poco, en el museo de El Cairo, pero la tumba con el sarcófago seguía en el “Valle de los Reyes”, la necrópolis real.
Quien esto escribe tuvo el privilegio de bajar a la tumba, contemplar parte de su magnificencia, lo que en adelante no será posible pues todo ello se ha trasladado al nuevo museo.
Lo que interesa a Egipto es poner al alcance de la inmensa mayoría de turistas lo que antes solo se encontraba al sur. En la ribera derecha del Nilo, en Luxor y Karnak los grandes templos; en la ribera izquierda las necrópolis reales y lo que fue el gran palacio de la reina Hatchesup, que hasta su muerte tuvo a un nieto o sobrino bajo su tutela, quien luego se coronó como Tutmosis III, el más grande guerrero de la historia del Egipto, cuya estatua sedente, que irradia gran majestad, se encuentra en el Museo Egipcio de Turín, Italia.
Con los limitados presupuestos estudiantiles, la visita a las necrópolis reales se hizo en burro llevado por su dueño, lo que tiene un compensación inmensa: descender en un estrecho sendero de montaña hacia el gran palacio, frente a una majestuosa vista sobre los templos, el Nilo que brota en las entrañas de África, río cuna de civilizaciones y como fondo el desierto, un inmenso mar de arena.
En la Era Digital esos parajes, templos, maravillas están en gran parte al alcance de los cibernautas que quieren salir de los confines de sus aldeas…