No se indemniza a despedidos pero hay dinero para fiestones....

De acuerdo con las denuncias de los afectados, no se indemnizó a los empleados de la Asamblea que dejaron cesantes de un día a otro, no se indemniza a los que despiden en ministerios y entidades estatales, no se indemniza al personal que echan a la calle de las alcaldías en poder de adeptos al régimen...

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Los conductores de Uber o repartidores de comida son una excelente opción para trabajar a tiempo completo, así como horas extra. Foto de referencia Pixabay

Por El Diario de Hoy

2021-12-29 6:00:33

"Nuay pa’ despedidos pero sí para jolgorios”; ajustándose a lo que es regla de “nuevas ideas” de todo “pa’dentro”, al bolsillo, el alcalde Durán no indemniza a los que arbitrariamente despidió de un plumazo pero asigna más de medio millón de dólares para sus fiestones, según denuncian los sindicatos, lo cual también hace cumpliendo con las reglas de “nuevas ideas”, pero dicen que siempre es un secreto a voces saber dónde van a parar parte de los presupuestos asignados a la Alcaldía capitalina.

De acuerdo con las denuncias de los afectados, no se indemnizó a los empleados de la Asamblea que dejaron cesantes de un día a otro, no se indemniza a los que despiden en ministerios y entidades estatales, no se indemniza al personal que echan a la calle de las alcaldías en poder de adeptos al régimen...

No dar cuenta de ese dinero es parte de la política del régimen de no rendir cuentas sobre el uso de préstamos, presupuestos, asignaciones, cuentas que tendrían que rendirse sobre cada centavo que maneja de acuerdo no solo con nuestro ordenamiento constitucional, sino de todo país organizado, pues no es dinero de funcionarios o entidades, sino fondos públicos.

La maña de esconder lo que se hace con el dinero, de hacer fiesta con los presupuestos, se le pegó a muchos que no piensan que en el futuro tendrán que responder personalmente por esos dineros y disfrutar del trato que ahora dispensan a los presos políticos del régimen, personas a quienes no se les reconocen las garantías que la ley, la pisoteada ley, otorga a toda persona en este suelo.

El régimen dispone de los recursos de la nación a su antojo, “como cosa propia”, pero lo más grave es que sus caprichos e inagotables ocurrencias afectan la vida de cada persona en esta desgarrada tierra, beneficiando a lo grande a sus allegados y perjudicando a la población, la mitad de la cual ya han caído en la pobreza, en la precariedad, lo que daña en particular a nuestros niños, a quienes roba su alegría, sus juegos y su futuro.

La “nueva biblioteca” la construirán obreros chinos, no salvadoreños

Precisamente para despedir el año y lo que bien lo define, Bukele inicia la destrucción de la Biblioteca Nacional, equivalente a arrasar el centro de San Salvador. En un país donde lo que ya se tiene, producto del esfuerzo y los ahorros de pasadas generaciones, debe conservarse, el régimen ordena demoler un edificio que hasta ayer se encontraba en muy buenas condiciones, que resistió los sucesivos terremotos que hemos sufrido.

Más grave aún es el desmantelamiento del andamiaje institucional, del Orden de Derecho, lo que en cuestión de días perpetraron los diputados del partido oficial, dejando a nuestro país sumido en una jungla donde predomina la ley de la selva.

Son obreros salvadoreños los que han iniciado la demolición de la biblioteca, pero serán chinos los que construirán la “nueva biblioteca”, como ya autorizó la Asamblea Legislativa.
No habrá trabajo para salvadoreños, fuera de suministrar uno que otro servicio a los constructores chinos, como no hubo trabajo ni oportunidad a los agricultores locales al comprarse, a precios inflados, granos a mercaderes de Sinaloa...