Gobierno Trump corta la ayuda al Triángulo Norte por migrantes

Cortar la ayuda, en lugar de fortalecerla con programas de desarrollo, seguridad y generación de empleo local, sólo afectará más a los países y no es previsible que frene el éxodo. El remedio resultará peor que la enfermedad.

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Por El Diario de Hoy

2019-04-01 7:51:13

Estos lodazales son resultado de aquellas tormentas…
La Casa Blanca anunció que cortará la ayuda a los tres países del llamado Triángulo Norte de Centro-América (El Salvador, Honduras y Guatemala) por no hacer lo suficiente o lo debido para detener la migración hacia Estados Unidos.

En esto hay que reflexionar varios hechos: primero, ningún gobierno democrático puede impedir que sus ciudadanos se muevan libremente dentro y fuera de su territorio. Sólo países totalitarios como Cuba y Venezuela restringen ese derecho, como fue el caso del despanchurrado “bloque socialista de naciones”, que construyó un muro, el Muro de la Infamia, que serpenteaba desde las tundras al norte de Finlandia hasta la frontera de Irán.

El propósito del Muro, afirmaban, era impedir que los hambrientos pobladores de Europa Occidental llegaran a robar la abundancia del “paraíso de los trabajadores”, como llamaban al gran campo de concentración socialista.
Segundo, no se podía esperar otra cosa después que los tres países fueron escenarios de cruentas guerras y, si bien se firmaron pactos de paz, grupos alineados al socialismo del Siglo XXI continuaron fomentando la inestabilidad, la anarquía y ataques contra la empresa privada, como ocurrió en El Salvador.

La violencia subsecuente se nutre en gran parte de la droga que manejan las narcodictaduras en la región. Y mucho del éxodo se origina de tal violencia, pues por las políticas de “derechos humanos” los países están maniatados para combatir a fondo la criminalidad.

Entre tales políticas estuvo la aprobación de leyes excesivamente garantistas para los delincuentes y de protección a los menores “infractores”, que hicieron de ellos sicarios y cobradores de extorsiones, además de no poder llevar registros de sus casos.

Que salvadoreños bien nacidos entren o intenten entrar a Estados Unidos no debe tomarse como una agresión, sino como la consecuencia de guerras y desórdenes de los que el país no ha podido reponerse. Para el caso, la violencia y toma de territorios por pandilleros en el interior del país sólo se explica por la supresión de un cuerpo especializado como fue la Guardia Nacional.

Los salvadoreños que escapan de la violencia son personas trabajadoras, responsables y amigables, que literalmente llegan con el pan bajo su brazo, que no le quitan nada a nadie y que, por el contrario, agregan al bienestar general.
Una nación, Estados Unidas, forjada por inmigrantes y por tolerancia hacia el forastero, necesita más población como contrabalance al imperio de China y sus casi dos billones de chinos.

Cortar la ayuda, en lugar de fortalecerla con programas de desarrollo, seguridad y generación de empleo local, sólo afectará más a los países y no es previsible que frene el éxodo. El remedio resultará peor que la enfermedad.

El régimen chavista, el principal foco de inestabilidad

En estos momentos el principal foco de inestabilidad en el Hemisferio es Venezuela, lo que ha provocado un éxodo humano hacia los países vecinos, tanto los del Norte como los del Sur.

Venezolanos huyen del desastre económico y humanitario a Ecuador, Perú, Brasil y de allí a otros, como también salen a Colombia, Panamá y al resto de Centro-América, lo que a su vez pone presión sobre las poblaciones de nuestros países.

Todo esto se suma a las advertencias de Washington tanto a Maduro como a Ortega de que Estados Unidos “no está jugando”, como a las declaraciones frecuentes del presidente Trump de que la opción militar “está sobre la mesa”, lo que ha dado lugar a que tanto rusos como chinos estén enviando soldados y armamentos como “ayuda humanitaria”, además de que Maduro y sus criminales se parapeten y se rodeen de rehenes, entre ellos el principal aliado de Guaidó en el Parlamento, capturado la semana pasada.