Se necesita seguridad jurídica para reactivar a El Salvador

Es necesario contar con seguridad jurídica, reglas claras, capacidad de entendimiento, tribunales y fiscales sin agendas como ha venido sufriendo nuestro país.

descripción de la imagen

Por

2019-02-05 9:39:06

Dos gremiales del sector productivo, ANEP y ASI, piden al nuevo gobierno salvadoreño que se valore su papel como agentes del desarrollo económico, generadores de empleo, proveedores de los bienes y servicios que necesita la población, lo que cumplen desde las pequeñas empresas y negocios hasta las más grandes.

Sin alguien que fabrique, preste servicios, eduque a su personal y se integre a las cadenas productivas, una nación rápidamente cae en la pobreza y de allí en la miseria, sin poder cuidar a adultos, niños, viejos, enfermos y personas que no pueden valerse por sí mismas, como sucede actualmente en Venezuela, cuyo grotesco y corrupto régimen literalmente llegó al final de la pita que lo sostiene.

Para ello es necesario contar con seguridad jurídica, reglas claras, capacidad de entendimiento, tribunales y fiscales sin agendas como ha venido sufriendo nuestro país.

La prosperidad e inclusive un estado de cosas donde la gente sobreviva no se logra regalando bolsas de alimentos, como lo comprueban los casos de hambrunas en que agencias internacionales llevan granos básicos a los pobladores, que dan lugar a violentas garduñas.

Lo que se busca es que cada uno, en la medida de sus posibilidades y capacidades, contribuya al bienestar (o la supervivencia) de todos.

En tales escenarios se parte de reglas esenciales, como son las cláusulas pétreas de una constitución y de la nuestra, a lo que son acuerdos voluntarios, “a las cargas que van arreglándose en el camino”.

En todo momento de la historia hay que adaptar lo que se recibe de previas generaciones humanas a las particulares condiciones en que una nación se encuentra, pero sin violentar lo esencial.

Ya se dio en nuestro país un intento de anular las cláusulas pétreas para montar en este suelo una dictadura…

En una economía libre
nadie puede hacer dinero
si no beneficia a otros

El llamado que hace el presidente de ANEP, como asimismo el de ASI, es la natural respuesta al hostigamiento que los emprendedores de todo tamaño y actividad vienen aguantando, sí “aguantando”, que atribuye a la “explotación” y nociones similares el que una persona haga ganancias, aunque se trate del mecánico del barrio.

Algunos pregonan que “las ganancias son la causa de la pobreza en este mundo”, como antes las desgracias se atribuían a castigos de Dios o a maldiciones como las registra la Biblia. Pero nadie puede hacer dinero en una economía libre si no beneficia a otros. Si el mecánico del barrio no hace bien su trabajo, pierde a sus clientes, que buscan como reemplazarlo con otro mecánico más responsable, como los que comen mal en un restaurante buscan otro donde los atiendan mejor.

Esta realidad mueve desde los microbios hasta las grandes corporaciones: se busca cómo estar mejor, sea moviéndose hacia la luz o el calor en el caso de los microbios, o donde haya nutrientes aunque sean de un pobre enfermo, hasta lo que es más rentable.

Pero para algunos confundidos, para que alguien esté bien es necesario que otro esté mal. De allí que crean que “si los ricos están bien” es porque sus trabajadores están mal, lo que no explica la prosperidad del mundo industrial, que se basa en que tanto los jefes como los subalternos estén bien, prósperos.