Pese a imputarle graves delitos, excluyen a Funes de los más buscados

Interpol no incluye a Funes en su lista de difusión roja pese a que tribunales salvadoreños tienen abierto un proceso penal formal por el saqueo (así lo ha denominado la Fiscalía) de 351 millones de dólares de las arcas del Estado durante ese primer gobierno del FMLN.

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2018-09-25 8:35:21

Los salvadoreños de bien han visto con sorpresa cómo la Interpol decidió no incluir a Funes en la lista de difusión roja de localización y captura de los prófugos más buscados en el mundo, pese a haber sido condenado civilmente por enriquecimiento ilícito y a ser reclamado por un tribunal penal por otros delitos graves como el desvío y presunto lavado de cientos de millones de dólares.

La razón que se esgrime es que él y su familia tienen “asilo político” otorgado por el régimen masacrador de Ortega, pero dejan a un lado que el asilo no opera por los delitos de corrupción como los ya mencionados. Y si es así, se comenta, probablemente tampoco lo vigilarán ni harán mayor esfuerzo por capturarlo llegado el momento.

De poco ha servido que el Fiscal General pasara detallando por televisión durante tres horas el entramado de ese grupo y sus maniobras para sacar casi 300 millones de dólares en bolsas de basura del Banco Hipotecario.

Los tribunales salvadoreños tienen abierto un proceso penal formal por el saqueo (así lo ha denominado la Fiscalía) de 351 millones de dólares de las arcas del Estado durante ese primer gobierno del FMLN. Incluso el Ministerio Público ya le solicitó formalmente a un juez que tramite la extradición del prófugo y los demás buscados.

La Fiscalía tiene abierta adicionalmente una investigación por el pago de 108.5 millones de dólares por la represa de El Chaparral, pese a que la constructora la dejó abandonada, durante la gestión de Funes.

Si hubiera sido un exfuncionario o exgobernante vinculado a la oposición, la policía no hubiera descansado hasta atraparlo y humillarlo públicamente como lo hicieron con Flores, pero como es de los que se dicen de “izquierda” hasta el mismo partido oficial le aconsejó escapar a Nicaragua.

En contraposición, a Saca hasta le aguaron la boda de uno de sus parientes para atraparlo.

“Asilo político” para todos

El mensaje que ha quedado entre la población es que los peores mafiosos, pandilleros y corruptos solo tienen que buscar la protección de una narcodictadura para que la “comunidad internacional” no presione para que sean entregados a la justicia, cuando más bien debía luchar para que aquéllos no queden en la impunidad.

Las pandillas ya son una pesadilla en varias regiones de los Estados Unidos y se han detectado en países europeos. Un pandillero capturado en Nueva York ya confesó haber perpetrado cuatro asesinatos… ¿Qué habrían hecho si el homicida hubiera escapado y estuviera refugiado en Nicaragua bajo el manto protector de Ortega?

Aquí vale citar lo que dijo Orwell en 1984: todos son iguales pero hay unos más iguales que otros.

Solo hay que recordar cómo persiguieron de todas las maneras a Pinochet hasta su muerte, cosa que no se ve con los dictadores del llamado “socialismo del Siglo XXI” pese a su atrocidades, masacres, violaciones a los derechos humanos y corrupción.

Está claro, entonces, que tampoco van a proceder contra Ortega cuando la tragedia nicaragüense llegue a su final.

Lo que queda por ahora en la mente de los salvadoreños y de la opinión pública internacional es la duda sobre los procedimientos de los organismos que colaboran con la justicia. Veremos qué pasa cuando se ordene formalmente la extradición, si es que algunos magistrados no vuelven a actuar como defensores de oficio como cuando se opusieron a enjuiciar a Funes por enriquecimiento ilícito.