Sin un gran puerto al centro no habrá un oriente próspero

Parte del problema es que el grupo en el poder quiere mantener control sobre el puerto, lo que nadie disputa pero que no impide que se pacten acuerdos con las navieras, pues son éstas las que mueven las cargas hacia los puertos.

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Foto EDH: Jonathan Tobías

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2018-08-16 7:47:08

Cerca de 55 mil millones de dólares se requieren para actualizar los puertos de los países hispanoamericanos, entre ellos el de Acajutla, que prácticamente ha llegado al límite de su capacidad.

Según el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), esa astronómica cantidad es lo que requiere la región en inversiones de aquí hasta el año 2040.
Por si no lo saben, en El Salvador tenemos un gran puerto en la mejor bahía natural de la costa pacífica entre San Francisco, California, y el Callao, en Perú, que está en abandono por la colosal inepcia, o malicia, del partido en el poder, que está dejando perder una obra financiada por Japón.

Y vamos a agregar: el Puerto era el centro, el corazón, de un plan renovador de todo el oriente de la República, al promover industrias, comercio y centros de acopio en su entorno.

Pero por razones misteriosas, aunque la principal es la inepcia, o agenda desconocida, que el Puerto está inactivo, recubriendo unos pocos barcos al mes, entre ellos una pequeña embarcación que están vendiendo en un dólar.

Parte del problema es que el grupo en el poder quiere mantener control sobre el puerto, lo que nadie disputa pero que no impide que se pacten acuerdos con las navieras, pues son éstas las que mueven las cargas hacia los puertos.

Mientras, los otros países de la región han ido ampliando sus puertos, al punto que Honduras ha anunciado ampliaciones en Amapala para servir el “canal seco” del Atlántico al Pacífico.

Entre las grandes iniciativas de los comunistas fue la entrega, gratis como lo que hacen con lo que no es suyo, de la vía férrea a los asentados en las cercanías, una vía perfecta para colocar ductos de gas, trenes para unir el territorio, ductos para cables de alta tensión… las posibilidades son ilimitadas, pero no para los que apenas miran más allá de sus narices.

O ni siquiera eso.

Sin reglas claras y
árbitros independientes
no habría Mundial de fútbol

Si hay o no hay crecimiento en la zona oriental del país depende no solo en poner en funcionamiento el Puerto de La Unión —una oportunidad que dejó escapar Saca— sino de la confianza que tenga la gente de que no van a invertir para que un falso mesías o un gobierno socialista del Siglo XXI lo desbarate todo, en el oriente y en el resto del territorio.

Si no hay confianza, no habrá reactivación del oriente, y grupos de vocación totalitaria o falsos redentores no son quienes van a lograr ni el florecimiento de la zona oriental ni de ninguna de nuestro país.

El reciente campeonato mundial de fútbol ha demostrado un hecho: que los ganadores son los mejor preparados y con el mayor empeño de triunfar. Pero asimismo, participan porque confían en la imparcialidad de los árbitros y de las reglas.