¿De dónde el sofoco para el juicio abreviado a Saca?

Ahora los salvadoreños piensan que con el “robo del siglo” en el primer gobierno efemelenista, de 351 millones de dólares, por el que se enjuicia a Funes, puede suceder igual, pero la regla debe ser: mientras no devuelvan lo que se robaron, que se queden en la cárcel...

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elsalvador.com

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2018-08-08 6:28:34

Mejor negocio no pueden hacer Saca y su grupo: si se confiesan culpables y devuelven unas cuantas propiedades cuyo valor no pasa de veinte y tantos millones, podrán irse a su casa a disfrutar de los doscientos y tantos millones que solo ellos saben dónde los metieron.

Aunque se lograría condenar a un expresidente y sentar precedentes, no deja de ser una burla a los saqueados salvadoreños, como lo es que las propiedades incautadas a los corruptos se destinan a oficinas, lugares de recreo o Dios sabe qué otras finalidades en vez de subastarlas y restituir esos fondos al Estado, como dice Teresa Guevara de López en su columna dominical.

La regla debe ser: mientras no devuelvan lo que se robaron, que se queden en la cárcel…

Sin duda que hay muchos salvadoreños que gustosamente pasarían unos cuatro o cinco años en la cárcel si luego pueden quedarse gozando de trescientos o cuatrocientos millones de dólares.

¿Dónde habrá metido Saca todo ese dineral robado o presuntamente mal habido?

Poderoso caballero es Don Dinero, que puede sin pestañear disparar cañonazos de diez, veinte o cuarenta millones de dólares.

Solo hay que recordar cómo, a poco de dejar el poder y pese a los desmanes que después se denunció que hubo en su gestión, el exgobernante recibió un finiquito o solvencia definitiva de la Corte de Cuentas como si todo hubiera sido pulcro e inmaculado. Esa ha sido la usanza o la manera de gobernar, que se debe desterrar.

Ahora los salvadoreños piensan que con el “robo del siglo” en el primer gobierno efemelenista, de 351 millones de dólares, por el que se enjuicia a Funes, puede suceder igual: si hay confesión de culpabilidad, se devuelve una parte pero sin decir dónde está el resto del dinero, ¡santas pascuas!

Funes, de hecho, prácticamente no tiene bienes raíces a su nombre, pues todo es patrimonio de los prestanombres, según ha dicho la Fiscalía. Y que “el Estado” le decomise sus colecciones de relojes, de trajes y zapatos y camisas sin estrenar, de las armas que los militares asignados a la Presidencia compraron, no le aflige nada; todo eso lo repone en un santiamén cuando después de un proceso abreviado lo manden a casa.

¿Y los saqueados salvadoreños, los pobres que se mueren por falta de medicinas en los hospitales?

“Muy bien, gracias…”.

Vía libre para que lleguen
otros que dejarían como
rateros a sus antecesores

La Asamblea debe tomar nota de esta burla al país, además de investigar qué pudo haber movido esa sorpresiva decisión de un juicio abreviado a Saca, dejando precedentes para favorecer a Funes.

Este hecho traza una hoja de ruta a otros corruptos que quieran llegar a la presidencia, para poder saquear a sus anchas y hacer de sus predecesores modestos rateros; para sentar cátedra de cómo se despluma a un país e irse riendo a Dios sabe qué parajes. Sentar cátedra hasta para gente como Maduro, Ortega y los mexicanos históricos como el Negro Durazo…