Transmitamos gusto al hablar, al caminar, al sentarnos, al sonreír

Antaño a los escolares les enseñaban urbanidad y cívica, materias que lastimosamente se perdieron. Pero cada quien puede poner de su parte para recuperar esas enseñanzas, para subir los peldaños en las escalas de la vida.

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Terreno arido en San Ildefonso. Foto/ René Quintanilla

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2018-08-02 7:34:45

Los aborígenes en zonas retrasadas del mundo, como los cavernícolas del norte de Australia, los pobladores de Borneo, muchas tribus africanas, difícilmente logran comunicarse en la oscuridad, pues lo que es su lenguaje y hablar es lo que separa al hombre del resto de las especies, se basa en gran parte en los movimientos de las manos, del rostro, del cuerpo.

Mientras menos histriónica o exagerada en sus gestos es una persona, más agradable es hablar con ella. Y la costumbre de algunas personas es hacer mímicas a medida que narran un hecho; si Fulano les increpó, lo remedan al quejarse de lo sucedido, lo que indica lo que los padres deben enseñar a sus hijos: no arremedar a otros en son de burla, no exagerar en sus gestos y menos en sus contorsiones de la cara.

Hay personas muy buenas y agradables que son un espectáculo, un show, hablando por sus muecas, la manera como tuercen la boca al enfatizar algo, la agitación de brazos, de torso y de cara cuando critican a otro, las voces alzadas…

Ya tienen los padres una tarea importante por delante: educar a sus hijos no solo consiste en leerles buenas cosas, en hablarles de moral y buenas costumbres, en ser amables, sino que también cómo pararse, cómo caminar, cómo vestir, cómo entrar en una habitación.

No se apoyen en las paredes, no pongan los pies en ellas ni se sienten como si la silla fuera una cama.

Se dice que muchos estadounidenses y de otros países acostumbran llevar sus manos dentro de las bolsas del traje, lo que generalmente es muy feo. Muchos permanecen con los brazos cruzados mientras conversan o esperan, lo cual refleja inconformidad, recelo, preocupación.

Los miembros de la Casa Real británica, como los reyes y príncipes de todo el mundo, aprenden a estar de pie con las manos entrelazadas en la espalda, como los militares llevan su gorra sujeta en uno de los brazos.

Además, a los militares y a los príncipes les enseñan a ir erguidos, rectos, lo cual en esta época en que tantos pasamos inclinados sobre una computadora, debe aleccionarnos.

Esa es una de las razones por las cuales muchas familias hacen que sus niñas aprendan algo de ballet: no para convertirlas en grandes estrellas sino para que aprendan a caminar, a estar de pie con gracia y soltura. Y sostener un pequeño bolso ayuda en ese gran problema de “qué hacer con los brazos y las manos”.

A las modelos las ponen a caminar con un libro sobre la cabeza, lo que a su vez explica cómo las señoras que sostienen sus canastos en la cabeza suelen también ser erguidas.

Melania Trump es en tal sentido un ejemplo de elegancia y bien actuar…

La seguridad y el
lenguaje corporal son
clave en la presentación

La mayoría de familias anhela que sus hijos lleguen más lejos que ellos, que suban varios peldaños en las escalas. Por ello es la forma de presentarse, de hablar.

Antaño a los escolares les enseñaban urbanidad y cívica, materias que lastimosamente se perdieron. Pero cada quien puede poner de su parte para recuperar esas enseñanzas, para subir los peldaños en las escalas de la vida.

La historia es que al antecesor de todos los perros le cayó una pared encima cuando se aliviaba, por lo que a partir de entonces todos los perros sostienen la pared mientras… pero no tienen los humanos por qué estar con los brazos sobre la pared cuando hablan…