La brasileña que gastó millones y una actriz querida por los niños

Que quieran encarcelar a la Tía Bubu pero sigan sueltos esos ahora grandes inversores y elegantes personajes o los muchos ahora dueños de terrenos y muy buenas residencias, surgidos de la noche de la mañana, es un contrasentido.

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2018-06-19 8:07:16

Las investigaciones de la Fiscalía han causado desconcierto entre los duros del oficialismo al exhibir la enormidad de lo presuntamente robado por Funes: al menos trescientos cincuenta y un millones de dólares, lo que además apunta a lo que otros han “privatizado” de los presupuestos públicos.

Hay toda una conmoción sobre si meten a la cárcel a la ex primera dama, que, según el Ministerio Público, entre otras cosas pagó con fondos del Estado ciento sesenta y seis viajes de sus familiares y tuvo ganando grandes salarios al cuñado y a la hermana.

Pero no se dice mayor cosa sobre las acusaciones contra la Tía Bubu, un personaje de la televisión y el entretenimiento para niños que muchos llevan en algún huequito del corazón. Hasta donde se sabe, ella ya puso pies en polvorosa.

Muchos se preguntan cómo se involucró ella en esa trama, sobre todo después de que se dice sufrió al lado del individuo que ahora enfrenta la terrible posibilidad (para él, no para el sistema de justicia) de que lo traigan por cordillera, como antes hacía la Guardia con los delincuentes, a ser encausado y, de aplicarse la ley, encarcelado por muchos años, como es el caso de Tony Saca.

Meter a opositores en la cárcel pero arreglárselas para liberar a los vinculados al grupo en el poder es prevaricato aquí y en todas partes.

Que quieran encarcelar a la Tía Bubu pero sigan sueltos esos ahora grandes inversores y elegantes personajes o los muchos ahora dueños de terrenos y muy buenas residencias, surgidos de la noche a la mañana, es un contrasentido, una señal de que aquí en este suelo van presos los demócratas pero no los republicanos, que si el árbitro comprado está por la Selecta no es problema pero sí cuando apoya a sus rivales.

Vale recordar lo que distinguidos abogados, personas de categoría y gremios vienen advirtiendo: elegir o reelegir jueces, magistrados o fiscales con nexos políticos, con la cabeza confundida, con repugnantes vínculos a mafias, sectas o fanatismos, es una traición a la Patria y un golpe a los ciudadanos, que esperan que a todos los midan con la misma vara, todos en el suelo o todos en la cama.

Aún con el escándalo,
siguen apoyando
a la narcodictadura

La parcialidad, la amoralidad, el creer que lo que a alguien le conviene es lo correcto, es parte del espantoso problema que afrontamos como país, de la violencia de las pandillas (que han calcado las estructuras y modos de ser de la guerrilla), el respaldar sin reservas la narcodictadura de Venezuela que entre otras cosas se ha denunciado que está tras el narcotráfico, la gran maldición de nuestro tiempo.

Las reglas claras, la imparcialidad, la transparencia son el fundamento de toda sociedad pacífica y progresista. Tienen que haber pesos y contrapesos pero primordialmente decencia y apego a la moral para que una sociedad progrese. Y esto es lo que han querido destruir la extrema izquierda y sus aliados, que no tuvieron problema en asesinar intelectuales y además causar la muerte de setenta y tantos miles de salvadoreños, a lo que se agrega el grave daño causado a la economía.