El gran dogma revolucionario: “Lo robado, robado queda”

Roba el que acepta comisiones debajo de la mesa, roba quien abiertamente recibe regalos millonarios de mafiosos, quien manipula presupuestos para darse una vida lujuriosa

descripción de la imagen

El viajero de negocios ha premiado con cinco estrellas a las aerolíneas y hoteles que destacan por su servicio de calidad en el mundo, en la encuesta de la revista Business Travelers.

/ Foto Por shutterstock.com

Por

2015-12-21 9:37:00

Lo decretado por los que tienen techo de vidrio para frenar las investigaciones de Probidad, es el equivalente de asaltar A un tribunal en medio de deliberaciones, poner en libertad a los reos y destruir los documentos y testimonios que los incriminan.

El decreto es la más importante prueba de que “hay mucho de podrido en Dinamarca” (Hamlet), de un sofoco general de corruptos.

La Asamblea pretende detener de golpe para luego revertir o anular, procesos abiertos, imponiendo una amnistía de facto sin oír a las partes, en abierto desacato a lo que piensa la opinión pública y, a juicio nuestro, violando letra y espíritu de la Constitución.  Combatir la corrupción es una importante parte del lo que son derechos generales de los pobladores, pues esa corrupción equivale a que a cada persona en este país le roben parte de su patrimonio, de sus rentas, de su salario.

Roba el que acepta comisiones debajo de la mesa, roba quien abiertamente recibe regalos millonarios de mafiosos, quien manipula presupuestos para darse una vida lujuriosa, quien usa dineros del erario para apuntalar negocios privados o impone leyes para favorecerlos.

Nada puede ser más violatorio al orden constitucional que impedir el correcto y buen funcionamiento de la justicia, pues justicia manipulada es justicia negada, es prevaricato.

Y en el caso que nos ocupa y que escandaliza, se erige por decreto un muro alrededor de los corruptos, muchos de los cuales son o han sido funcionarios del actual y del  previo régimen.

El decreto equivale a una politización de la justicia que, bajo un régimen que proclama “la igualdad de todos”, persigue a unos con toda saña y protege a otros negando información y entorpeciendo cualquier pesquisa que se haga de ellos.

Se han negado, entre otros, datos sobre los gastos y viajes de Funes o la naturaleza de la enfermedad de Sánchez y sus múltiples viajes a la “Tierra Prometida”.

Pero tan tranquilos no estarán los corruptos, como lo demuestra el caso alrededor de los  infames manejos en la Federación de Fútbol. Si ellos, que manipularon sumas relativamente pequeñas, van a ser extraditados y enfrentan largas penas de cárcel, a peces muchísimo más grandes, enormes, también les llegará la hora, dado que sus robos distorsionan la competitividad general y además socavan, en significativa medida, la seguridad regional al empobrecer a nuestro país.

¿Qué mayor evasor existe que un corrupto amparado?

De aceptar el parto legislativo se caería en un sistema de justicia a dedo que es la negación total de la justicia, el paso decisivo a la dictadura, las persecuciones y vendettas políticas (como el caso de Flores) lo que, a su vez, conduce al sometimiento de los pobladores, que dejan de ser ciudadanos para convertirse en súbditos, obligados a obedecer o exponerse a toda suerte de represalias.

Cualquier orden racional y moral de leyes es un organismo, un cuerpo vivo que no puede separarse en partes que chocan unas con otras y que pueden manipularse sin graves consecuencias.

En esto se llega a groseras contradicciones, como la extrema vigilancia y persecución frecuente de productores y ciudadanos en cuestiones fiscales (pidiendo altas penas de cárcel, etcétera) al lado de complicidad estatal con los corruptos.

El régimen propone altas penas de cárcel para evasores, pero amnistía para los corruptos que luego se embolsan esos dineros.