Con fecha de abril 15 del año que transcurre, se publicó en este mismo rotativo, un artículo de quien escribe estas líneas, en el cual hice una pregunta clara y directa a la Ministra de Salud del anterior gobierno, Violeta Menjívar. La pregunta era sobre el cumplimiento que se estaba dando o no a la ley que recién acaba de entrar en vigencia el 4 de febrero de 2019 y que regula las actividades de los estudiantes de medicina en internado rotatorio, de los estudiantes de medicina y odontología en el año de servicio social y para los residentes en especialización.
¿Y en qué se ampara una simple ciudadana como yo para pretender que un funcionario público de tan “alto nivel” como lo es un ministro, deba responder a una solicitud más que de información, de cumplimiento a una normativa aprobada por la Asamblea Legislativa? Pues ni más ni menos que en la Constitución de la República de El Salvador, nuestra ley suprema, que en su artículo 18 establece que “Toda persona tiene derecho a dirigir sus peticiones por escrito, de manera decorosa, a las autoridades legalmente establecidas; a que se le resuelvan, y a que se le haga saber lo resuelto”. Y es que este mandato establecido en la Carta Magna tiene dos vertientes: La primera en cuanto tutela el derecho de petición que tiene todo ciudadano en nuestro país; el segundo, que se desprende como lógico seguimiento al primero, y para no volver al mismo irrelevante, tutela el derecho de respuesta; estableciendo dos caras de la misma moneda: La función pública está para servir a la persona humana.
Pero ha sido una práctica inveterada por parte de generaciones y generaciones de personas que han sido nombradas en diferentes cargos públicos, y a las cuales no me atrevo a llamar servidores públicos porque no creo que hayan estado al servicio del pueblo; pero que durante el tiempo que han ejercido los cargos llegan a la errada concepción que se encuentran por encima de la ley, es más, que ellos son la ley. Quizá no saben que los sistemas absolutistas como el de Luis XIV con su frase “El Estado soy yo” han quedado desterrados del mundo democrático, en el cual se asienta el Estado en que vivimos.
La ex Ministra Menjívar se confundió pensando que estaba por encima de la ley; quizá debido en parte a que muchos políticos creen que pueden hacer lo que se les venga en gana y que no va a pasar nada, que en virtud de acuerdos políticos van a poder estar por encima de los mandatos que establece nuestra Constitución y nuestro sistema legal, quizá porque ya han experimentado la violación a las leyes cuando reciben títulos académicos que no se han ganado cumpliendo los requisitos que la ley impone, tal y como lo hacemos todos los ciudadanos; porque los han nombrado para puestos que no tenían capacidad de desempeñar, en fin, porque como funcionarios públicos han pasado el ejercicio de su puesto en la ilegalidad.
En mi calidad de presidenta de la Asociación de Mujeres Universitarias de El Salvador he enviado una carta a la señora Ministra de Salud del nuevo gobierno tratando el mismo tema, y confío en que recibiré respuesta a la misma como nuestra Constitución manda.
Médica, Nutrióloga y Abogadamirellawollants2014@gmail.com