La tierra prometida en tu desierto interior

Hombres del “Samsara” o “desierto de la vida” (transcurso de vida, muerte y renacimientos, en el budismo e hinduismo) vamos en nuestro breve viaje del existir. Allá donde transitamos por ciclos de auge, esplendor, muerte y renaceres, como un “hecho irrebatible de la naturaleza.” Similar al éxodo bíblico, iremos buscando el horizonte de una promesa: La tierra de la paz, del amor, la concordia, la justicia, la libertad y la fraternidad. Tal vez realidad o utopía. Pero en el mundo cotidiano “quien no estuvo contigo en tu desierto, jamás entenderá tu tierra prometida” -dice un adagio. Pero ese suelo de promesas no siempre se encuentra al buscarlo fuera de ti. El secreto es buscarlo en tu interior. Cierra tus ojos y palpa tu pecho. Allí encontrarás el latir de tu tierra prometida. Luego ábrelos a la luz y sonríe. Mira al horizonte y verás resplandecer sus luces de esplendor. Para dar con el paraíso de una promesa debes tener fe, amor y esperanza. Fe en tu divinidad; amor a ti y a la vida misma; esperanza en la conquista y victoria interior. Aunque otros ignoren esa victoria. Más que darla conocer a los demás, dala a conocer al ser interior que yace dentro de tu infinito… humano viajero. <“El Espantapájaros sin Paraíso” C. Balaguer-Amazon>