Violencia contra las mujeres en las aulas

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Por Karla Hernández

2018-09-11 9:14:32

En las últimas semanas hemos visto salir a la luz varios casos de violencia contra la mujer.

Desde el acoso que recibimos mujeres expuestas a la opinión pública, por parte de la horda mercenaria cibernética, hasta el insoportable acoso y violencia de género que se ha sabido, se ha desatado en la comunidad universitaria, cada caso es absolutamente reprochable y condenable.

Según la última encuesta nacional de violencia contra la mujer, realizada por la Dirección General de Estadísticas y Censos, 67 de cada 100 mujeres reportaron haber sido agredidas alguna vez, durante su vida; de ellas 34 fueron agredidas en los doce meses previos a la encuesta.

Dicha investigación ahondó en los motivos que generan esa violencia en el ámbito universitario y encontró que, indiferencia de la comunidad universitaria, espacios solitarios y el desempeño de la seguridad del personal universitario están entre los más determinantes.

Ese mismo estudio determinó que en el caso de la Universidad de El Salvador, de los siete tipos de violencia que contempla la Ley Especial para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres (LEIV), la violencia psicológica y emocional con un 65.75 % y la sexual con un 15.53 %, son las más frecuentes en el único centro de estudios superiores público de este país.

Como ven, se trata de un problema que no se puede ni minimizar y mucho menos ocultar. Es por ello que desde la comisión de la Mujer en la Asamblea Legislativa, hemos convocado al rector de la UES, para tratar el tema.

Algunas mujeres que trabajamos en política y elaboración de leyes estamos realmente preocupadas por el nivel de violencia hacia la mujer que se está alcanzando en El Salvador. En algunos casos, como el feminicidio, hemos podido lograr que se endurezcan las penas para los que cometen ese delito, en otros temas como el acoso y la violencia de que son objeto las estudiantes o el personal que labora en las universidades, estamos enfocadas en hacer algo para cambiar esa situación.

Dicho estudio también destaca que en el caso de la Universidad de El Salvador, el espacio donde mayormente se reproduce la violencia es (con un 41.69 %) en las aulas, algo que enciende todas las alarmas, especialmente porque es un porcentaje demasiado alto en un lugar donde existen marcos normativos a favor de las mujeres, lo que nos hace concluir que algo se está haciendo mal o sencillamente no se hace.

Como ejemplo, los dos casos que por fortuna se han conocido públicamente, sobre dos docentes de la UES, uno que está siendo procesado y otro que ya ha sido condenado, ambos por delitos contra mujeres universitarias.

Esto es grave y nos hace pensar que con seguridad, no se trata de casos aislados. No actuar, o actuar de manera tibia ante esta situación bien podría someter a las autoridades de la UES a la aplicación del Art. 47 de la LEIV, sobre la obstaculización de funcionarios al acceso a la justicia.

El rector de la UES defiende su postura alegando que se trata de casos aislados y que no hay reproducción de la violencia en el campus que dirige, aunque los hechos se distancian de esas afirmaciones.

Lo cierto es que las mujeres en El Salvador esperan que la máxima autoridad de la única universidad pública actúe con determinación ante estos casos; que demuestre que puede salvaguardar su integridad en caso de abuso y perseguir a los responsables con igual prontitud.

Diputada