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La memoria y la cultura que se pierden en la liquidez

En esta era de la modernidad líquida que vivimos, el humano es más egoísta que en el pasado, los problemas sociales no le interesan porque no puede hacer nada (según él) o gana más dinero (improbable para las mayorías) a partir de las causas de esos problemas, que les permite consumir… ya no importa la cultura de la nación, pues no satisface ni enerva, y no captan que son reales robots cuyos botones los aprieta otro más listo…

Por Mirella Schoenenberg de Wollants
Nutrióloga y abogada

En la antigua Grecia se sabía que la formación de la niñez (paideia) debía incluir la transmisión de conocimientos técnicos y valores, por lo que recibían filosofía, matemáticas, gramática y gimnasia, de tal manera que cada ser lograra su incorporación exitosa a la comunidad y cumpliera con sus obligaciones sociales, dentro de las cuales estaba respetar normas.


Explica Zygmun Bauman que la globalización atropelló las culturas comunitarias, convirtiéndonos a cada uno en una copia, donde cada persona se siente sola y ya no se siente obligada a seguir normas y patrones, por la misma situación que la sociedad ya no tiene un papel importante en sus existencias; por tanto, los ciudadanos ya no van a votar, ya no participan en la política local ni nacional, no les importa las actuaciones de sus gobernantes y siguen únicamente a quien les dé placer inmediato y les respalde en que no tienen suficiente dinero para consumir por consumir por culpa de otros y no de ellos mismos, pues esta afirmación también conlleva placer… y comodidad.


Lo líquido es la característica de una cosa que no tiene forma y adopta la del recipiente que la contiene… de acuerdo con Bauman, el filósofo polaco, la liquidez define a la sociedad moderna del presente, en su libro “Modernidad Líquida” publicado en 1999, de 5 capítulos llamados: Emancipación, individualidad, espacio-tiempo, trabajo y comunidad.


Surgida en el siglo pasado, la individualidad identificada por Bauman resalta que la persona líquida construye su identidad con base en otros individuos y ya no a partir de lo heredado, de su cultura o de las instituciones como la familia, tal y como hacíamos en la modernidad sólida, anterior a la otra.


En esta era de la modernidad líquida que vivimos, el humano es más egoísta que en el pasado, los problemas sociales no le interesan porque no puede hacer nada (según él) o gana más dinero (improbable para las mayorías) a partir de las causas de esos problemas, que les permite consumir… ya no importa la cultura de la nación, pues no satisface ni enerva, y no captan que son reales robots cuyos botones los aprieta otro más listo…


En el quinto capítulo de su libro, Bauman nos habla de la comunidad, nos refiere que es gracias a la individualidad que el sujeto se ha apartado de la comunidad, se aleja de aquella colectividad creada a partir de las ideas de todos y de cada sujeto, donde se aspiraba a una vida en común determinada por el respeto mutuo, pues en la liquidez cada persona solo piensa en sí mismo y ya no le interesa lo que piensan los demás y lo que les sucede, generándose un quebranto entre el individuo y la comunidad, donde el sujeto ya no orienta su actuar por las costumbres heredadas, por su cultura, por lo que le enseñaron que era correcto, sino que se rige por sus propios deseos y prioridades…perdiendo la memoria…


Aquí también explica la situación del Estado y la nación, dos términos distintos, donde ambos, en la solidez, se esforzaban por cuidar, conservar y transmitir su cultura mediante las instituciones sociales como la iglesia, el colegio, la familia, etc., lo que actualmente desaparece pues cada humano elige su identidad a partir de varios modelos de moda, los cuales rechazan leer sobre su cultura, hablar sobre ella y escribir sobre ella.


Bauman establece en su libro “Sobre la educación en un mundo líquido” el concepto moderno de cultura, en el que la memoria es vista como algo inútil, el éxito no está vinculado al esfuerzo educativo y la relación entre formación y promoción social es imprevisible, lo cual se refleja en muchas actuaciones, una de ellas que las instituciones educativas ya no buscan a los mejores intelectuales para enseñar, sino a los más baratos; y los salarios de los profesionales en países de Tercer Mundo… pues también son líquidos! ¡Hasta la próxima!

Médica, Nutrióloga y Abogada
mirellawollants2014@gmail.com

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