Las elecciones legislativas, municipales y del PARLACEN de 2021 presentan particularidades importantes. Se aplicará por tercera ocasión el voto cruzado, existe la posibilidad que los salvadoreños residentes en el exterior elijan alcaldes y diputados, deberán tomarse medidas en contra del COVID-19, entrarán al ruedo electoral por lo menos tres partidos nuevos, incluyendo el del oficialismo, y será la primera justa electoral administrada por el nuevo organismo colegiado que conforma al Tribunal Supremo Electoral.
Los electores han aprovechado muy poco las listas abiertas. Bajo este sistema los votantes eligen a los candidatos de su preferencia de cualquiera de las listas presentadas por los partidos. El único límite es que las marcas no deben sobrepasar el número de diputados que corresponden a la circunscripción electoral donde se ejerce el sufragio. En San Salvador, por ejemplo, donde se disputan 24 escaños, el elector puede, al mismo tiempo, marcar hasta 24 candidatos. En las elecciones de 2015 y 2018, del total de votos válidos, apenas el 6.73% y el 7.67%, respectivamente, fueron votos “cruzados”. En 2018, los departamentos de San Salvador (13.23%), Santa Ana (7.68%), La Libertad (9.21%) y San Miguel (9.82%), fueron los que más votos cruzados alcanzaron, por encima del promedio nacional.
Por otro lado es la primera vez en la que los salvadoreños en el exterior podrán elegir diputados y alcaldes. Hasta ahora la diáspora ha participado únicamente en las presidenciales de 2014 y en las de 2019. Por cierto son muy pocos los que hacen uso de este derecho. En 2014, de las 10,337 personas inscritas votaron el 26%, mientras que en 2019, aunque el porcentaje de participación alcanzó el 64%, se registraron apenas 5,948 ciudadanos. Las reglas aplicables al voto desde el exterior para el 2021 aún no están vigentes. El presidente Bukele consideró que la ley aprobada por la Asamblea Legislativa era inconstitucional y la vetó. Los legisladores superaron el veto y remitieron el decreto a la Sala de lo Constitucional para que esta última revise el apego de la ley a la Constitución. La controversia aún no ha sido resuelta.
No está clara la forma en la que se vincularán los compatriotas que viven en el extranjero con una circunscripción electoral determinada en El Salvador, ni si esta modalidad se extenderá a las elecciones municipales, ni el presupuesto que necesita el TSE para aplicar este mecanismo. Dado el corto período antes de las próximas elecciones, la Sala podría considerar si su vigencia debe iniciar en 2021 o si lo apropiado es diferirla hasta las legislativas y municipales de 2024. Otra posibilidad es la de poner en funcionamiento en 2021 el voto desde el exterior solo en las legislativas y dejar a los concejos municipales hasta los siguientes comicios.
La amenaza de una reducida participación electoral rondará a los comicios de 2021. En 2018 la abstención fue del 54.27%. El temor de los electores a contagiarse de COVID-19 podría incrementar el ausentismo. El TSE debe informar, reiteradamente, a través de una campaña masiva, sobre las acciones que adoptará para prevenir contagios. Conforme avanza la pandemia comienzan a celebrarse elecciones en las que se observan las condiciones de salubridad adoptadas. Estas experiencias, más los análisis de centros especializados, servirán de guía para organizar un proceso seguro y confiable en términos sanitarios.
En 2021 competirán tres nuevos partidos: Nuestro Tiempo, Vamos y Nuevas Ideas. Las estrategias de campaña deben tomar en cuenta varios factores. Conocer las circunscripciones electorales donde la participación es más alta, si asisten más hombres o mujeres y en qué proporción en cada municipio, si votan más los jóvenes o las personas mayores de 50 años, cuál ha sido el histórico de votación en pasadas elecciones y la cantidad de votos que debe conseguir un partido para ganar un escaño por cociente o residuo, en qué medida el voto “cruzado” ha beneficiado a hombres y mujeres que ganaron una diputación, el tipo de mensaje que permite una penetración más efectiva en redes sociales, el desencanto o la aprobación que obtienen los candidatos de diferentes partidos a través de las encuestas y la identificación de liderazgos locales en el caso de los aspirantes a alcaldes, son solo algunos de los aspectos que, bien analizados, podrían otorgar ventajas a unos partidos por sobre los otros.
Por último, quienes observamos y auditamos procesos electorales estaremos expectantes del papel que desempeñen los magistrados del TSE. Para tres de los cinco funcionarios, esta será su primera experiencia administrando un proceso electoral. El desafío es grande porque se prevé un ambiente agitado, con acusaciones de fraude por aquellos que aspiran a concentrar poder político y con mucha información falsa que el tribunal deberá desmentir con prontitud. Su deber será asegurar que las elecciones sean libres, transparentes, equitativas y sustentablemente sanitarias.
Doctor en Derecho y politólogo