Venezuela: una segunda ofensiva se configura

Sanciones más severas, combinadas con los problemas económicos y políticos endémicos de Venezuela, van aumentar el caos y derrumbe del sector petrolero, arrinconando al régimen de Maduro y su base de poder económico se desplace hacia industrias y actividades ilícitas.

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Un vehículo de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos se ve junto a los prototipos del muro fronterizo del presidente Donald Trump, el 3 de abril de 2018. Foto/AFP

Por Ricardo Esmahan

2019-06-03 7:34:21

La PNC y la FGR allanaron Alba Petróleos y 26 empresas relacionadas. Y líderes del FMLN han sido incluidos en la lista de Estados Unidos de personas consideradas corruptas en el Triángulo Norte de Centroamérica, lo cual los vuelve sujetos de investigación.

Aunado a esos sucesos, expertos señalan que la producción de petróleo crudo de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) se ha reducido durante el mes de mayo, a un promedio de 500,000 barriles por día (bpd). En contraste, la OPEP estimó que la producción de crudo en abril fue de casi 770,000 bpd. Varios factores parecen estar detrás de este brusco declive, entre ellos, las sanciones impuestas por el Gobierno de Estados Unidos que afectan tanto a las exportaciones como las importaciones de crudos usados como diluyentes que PDVSA necesita para combinar con el crudo pesado que produce el país, a fin de prepararlo para la exportación. A esto se suma la decisión de PDVSA de reducir la producción en las instalaciones que mejoran el petróleo pesado, cuya calidad es similar al alquitrán, antes de aplicar el cambio planificado de un método menos complejo de manejo tecnológico, como es la mezcla de crudo pesado y liviano para darle calidad de exportación.

Los efectos de la primera ronda de sanciones de los Estados Unidos están presionando al sistema de producción venezolano, ya plagado de problemas estructurales generalizados, como es un historial de mantenimiento deficiente y la corrupción endémica, a lo que se ha sumado la huida de trabajadores al extranjero.

Se ha producido un fuerte descenso en la producción del crudo, la única fuente de ingresos de exportación del país. Y todo indica que el segundo paquete de sanciones, ya en vigor, está cobrando efectividad, casi de forma inmediata. Estas medidas han sido diseñadas para evitar que empresas e individuos, fuera de los Estados Unidos, realicen transacciones económicas con PDVSA. Y estas medidas abarcan El Salvador, al grado que el sistema bancario por riesgo y reputación ha procedido a cerrar cuentas a empresas relacionadas con PDVSA. Según S&P Global Platts, estas sanciones podrían reducir la producción a solo 375,000 bpd, para fines de 2020.

Sanciones más severas, combinadas con los problemas económicos y políticos endémicos de Venezuela, van aumentar el caos y derrumbe del sector petrolero, arrinconando al régimen de Maduro y su base de poder económico se desplace hacia industrias y actividades ilícitas.

Los ingresos provenientes del tráfico de cocaína, la minería ilegal en regiones remotas y zonas fronterizas de países vecinos, así como de la corrupción oficialmente tolerada, son cruciales para garantizar que el régimen de Maduro retenga la lealtad de la élite gobernante venezolana. A medida que los ingresos del petróleo se agotan, los ingresos de actividades ilícitas se tornaron claves para sostener las élites del poder. Pero es poco probable que este flujo de ingresos ilícitos sea suficiente para satisfacer al estamento militar de Venezuela, leal a Maduro. La crisis dentro de las fuerzas armadas y la amenaza para el régimen aumentará a medida que los comandantes presionen por una mayor proporción de ingresos ilícitos. La perspectiva caótica para el régimen, agravada por la disminución de la producción petrolera también podría incitar a las figuras militares, cuyo apoyo a Maduro ya está desgastado, a romper con él y desafiar nuevamente su gobierno.

El régimen está tratando de neutralizar el desafío de la oposición política liderada por Juan Guaidó. La rebelión militar que Guaidó convocó el 30 de abril fracasó, pero la oposición respaldada por Estados Unidos continuará sus esfuerzos para influir en las fuerzas armadas, para que se vuelvan en contra del gobierno, para una transición menos sangrienta.

Exministro de Economía