Ha llegado diciembre, se siente el ambiente propio de las fiestas de Navidad y de fin de año. Claramente, este 2021 ha estado marcado por grandes eventos que impactaron en nuestras vidas, tanto a nivel personal como colectivo. Si damos una mirada rápida, este año hubo elecciones, se adoptó una criptomoneda, las vacunas contra el covid-19 llegaron a nuestro país, algunos estudiantes retornaron a sus salones de clases, entre otros hechos.
Cada uno de nosotros también ha tenido eventos que han marcado nuestras vidas a lo largo de este año: triunfos, recuperación de empleos (si se habían perdido durante la pandemia), reuniones familiares, posiblemente algún malestar producto de las vacunas, la lamentable pérdida de algún ser querido, entre otros. Sin embargo, si hemos llegado a este punto creo, con mucho respeto, que debemos considerarnos afortunados y, sobre todo, bendecidos. En el segundo año de la pandemia del covid-19, muchas personas se contagiaron, salieron de sus casas con rumbo al hospital sin saber que nunca regresarían.
En este contexto, quiero enumerar una pequeña lista de razones por las cuales estar agradecidos en esta época. La primera, y creo que la más importante, es despertar cada día; abrir nuestros ojos luego de una noche es una bendición enorme, es como un nuevo comienzo, una oportunidad de hacer, o dejar de hacer, las cosas del día anterior, es una señal de que tenemos una misión en el mundo, un propósito, que debemos ir descubriendo y cumpliendo, cada noche, hay muchas personas que se duermen y no despiertan al día siguiente; despertar cada mañana es un privilegio y una bendición. Luego, otra razón para agradecer es tener una familia, una pareja, amigos o seres queridos. Como seres humanos, necesitamos el contacto de quienes nos quieren y saber que tenemos a alguien con quien compartimos cariño es reconfortante; tener la certeza de que hay un amigo con quien podemos contar, que es casi como un hermano es una razón de peso para agradecer en estas fechas.
Hay familias que lo han pasado mal en este año. Que el luto ha llenado con su oscuridad su casa, que guardan la esperanza de que, si tienen un ser querido desaparecido, este regrese sano y salvo o que, económicamente, estén pasando por una situación complicada; podría decirse ¿deberíamos estar agradecidos? Generalmente, durante la tormenta no se logra divisar correctamente la luz; sin embargo, algo por lo que estar agradecidos podría ser el hecho de albergar esperanza de que tiempos mejores vienen, de que Dios, o la vida, derramarán las bendiciones que iluminen la oscuridad y disipen la tormenta.
Para concluir, si somos empáticos, comprensivos y nos unimos como salvadoreños, cada uno de nosotros puede convertirse en una razón por la que otra persona, quizás sin intenciones aparentes, agradezca al final del año. Siempre hay, aunque sea muy pequeña, una luz, un motivo por el cual sentirnos agradecidos, muy felices fiestas y un 2022 lleno de prosperidad, mejoría y paz para nuestras familias y para El Salvador entero.
Miembro del Club de Opinión Estudiantil (COPE)