Hagan todo con amor

Hoy más que nunca necesitamos personas que trabajen con amor, con amor a Dios que nos ha dado salud para poder hacer, con amor y gratitud a los que mantienes abiertas las fuentes de trabajo con amor a las personas que se esfuerzan por formar equipos de trabajo en ambientes saludables y sobre todo con las personas a quienes servimos

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No mires a los ojos a los perros, sobre todo si nunca te ha visto. Foto / Simon Gatdula en Pixabay

Por Salvador Gómez

2021-07-31 2:49:13

Siempre he recomendado esta cita como lema de cualquier trabajo que estemos realizando, ya que los que trabajan con amor se cansan menos y sobre todo dan siempre lo mejor de sí. En esta oportunidad quiero explicar los cuatro sentidos que tiene esta expresión tan importante.

1. CON AMOR A DIOS.
Si el trabajo que estamos realizando lo hacemos con gratitud y amor a Dios que nos ha dado la capacidad, la habilidad y la salud no solo nos animará a hacer con excelencia lo que estamos haciendo sino también convertiremos el trabajo en oración y en un medio de santificación.
“Todo cuando hagan, de palabra y de obra, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús dando gracias a Dios Padre por medio de Él” (Colosenses 3, 7)

2. CON AMOR A NOSOTROS MISMOS
Esto se llama “Prestigio profesional”. Haz bien lo que haces porque lo estás haciendo tú, es tu obra, lleva tu firma.
Cuando yo doy una conferencia o escribo un artículo, trato de transmitir una idea clave que anime al que recibe el mensaje a mejorar un aspecto concreto de su vida, y mi mayor satisfacción es que deseen escuchar o leer de nuevo mis mensajes. Mi fracaso más grande sería que alguien diga: “Escuché o leí y no entendí nada, ni aprendí nada”. Sería como para un cocinero que le dejen la comida en el plato.
Haz lo que haces de manera que te vuelvas una invitación irresistible para que todos deseen contar con tus servicios nuevamente, siéntete satisfecho de hacer tu mejor esfuerzo en lo que haces pues eso tiene tu huella. El trabajo bien hecho habla bien de quien lo realizó y es la mejor garantía de que vuelvan a solicitar ese servicio bien prestado.

3. CON AMOR AL EQUIPO.
Nadie trabaja solo. Todos dependemos de otras personales que nos facilitan realizar la labor que estamos realizando. Al hacer bien la parte que nos corresponde estamos colaborando en la obtención de un mejor resultado que nos enorgullece a todo. Trabajar con gratitud y lealtad a los que te han dado la oportunidad de prestar tus servicios y haz que se sientan afortunados de contar con una persona como tú en el equipo.
El sentido de pertenencia hace que todos nos esforcemos por crear un ambiente laboral en el que nos sintamos una verdadera familia y eso nos facilitará alcanzar metas de beneficio común.
Somos parte del equipo de los mejores porque aquí todos hacemos de la mejor manera lo que nos toca hacer; amamos lo que hacemos y amamos a las personas con quienes lo hacemos.
Los resultados grandes solo los logran los equipos grandes y los equipos grandes, formados por personas grandes, y lo que nos hace personas grandes es nuestra gran capacidad de amar.

4. CON AMOR A QUIENES SERVIMOS.
Esta es la parte más extensa de mi reflexión ya que los beneficiados con nuestro trabajo son muchos y los amamos a todos. Amamos en primer lugar a los destinatarios directos e inmediatos, quienes serán beneficiados con el esfuerzo que estamos haciendo, al escribir este artículo pienso en las personas que como tú lo van a leer y oro para que Dios los bendiga. De la misma manera el maestro ama a sus alumnos, el médico o enfermera atiendo con amor a los pacientes, etc. Amamos a los que servimos. Pero también amamos a los que se benefician de la remuneración económica que recibimos por el trabajo que realizamos.
Lo importante no es cuánto dinero ganas sino en qué y con quiénes lo gastas.
Es bueno trabajar por obtener un beneficio material, como comprar un carro, una casa hacer un viaje, etc. Pero la motivación más grande es saber que hay personas (padres, esposos, hijos, etc.) a las que estas beneficiando con tu esfuerzo.
San Pablo nos señala cual debe ser la mayor satisfacción, la mayor ganancia o el salario emocional por el cual debemos trabajar.
“Yo de nadie codicié plata, oro o vestidos; ustedes saben que estas manos proveyeron a mis necesidades y a las de mis compañeros. En todo les he enseñado que es así, trabajando como se debe socorrer a los débiles y que hay que tener presentes las palabras del Señor Jesús que dijo: “Mayor felicidad hay en dar que en recibir” (Hch 20, 3-35)”.
Hoy más que nunca necesitamos personas que trabajen con amor, con amor a Dios que nos ha dado salud para poder hacer, con amor y gratitud a los que mantienes abiertas las fuentes de trabajo con amor a las personas que se esfuerzan por formar equipos de trabajo en ambientes saludables y sobre todo con las personas a quienes servimos, por las familias a quienes proveemos y con amor a nuestro país al que queremos sacar adelante con el esfuerzo de todos.

“HAGAMOS TODO CON AMOR”

Predicador Católico
salvadorgomezoficial@gmail.com