La salud como valor humano

La salud, pues, es el tesoro más preciado, vale más que todo el oro y la plata del mundo; mucho más que las joyas más preciosas, como los rubíes, las perlas y otras gemas, que solo sirven para evanecer el espíritu del ser humano.

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Manuel Hinds / Foto Por Archivo

Por Carlos Alberto Saz

2021-10-14 7:26:13

El lunes 19 de enero de 1988 -hace ya 23 años- este gran Diario me publicaba en mi columna permanente “Senderos educativos” el tema “La salud como valor humano”. Decía en ese entonces así:
“La tercera semana de enero está dedicada en los programas educativos a desarrollar, el valor humano de la salud como un principio fundamental para mantener el cuerpo la mente y el espíritu en estado pleno de satisfacción, optimismo y buen funcionamiento.
“Es la salud el valor indispensable para alcanzar los demás principios que humanizan y dignifican a la personalidad humana. No olvidemos el axioma que dice ‘Cuerpo sano en mente sana’.
“Ello significa que una mentalidad positiva, dinámica, razonable, procurará siempre un cuerpo en perfecto razonamiento, sin enfermedades.
“Porque se ha comprobado científicamente que la mente y los pensamientos influyen poderosamente sobre las diferentes funciones de nuestro organismo.
”Pues, si pensamos negativamente las funciones tienden a declinar hasta enfermarnos; pero si nuestros pensamientos, sentimientos e ideas son de alegría, de entusiasmo y motivación, entonces todo el organismo tiende a funcionar con normalidad plena, proyectando salud a todas las células del cuerpo.
“La mente sana, entonces, procurará un cuerpo saludable. Y para que los niños, los jóvenes, los adultos y aun los ancianos logren una buena salud, es necesario, en primer lugar, evitar los excesos de toda clase: excesos en la bebida (el alcoholismo, por ejemplo, conduce pronto a la muerte); excesos en el comer (comer en abundancia genera obesidad, y los gordos tienden a enfermarse del corazón).
“Excesos en el dormir, en el trabajo, en el descanso y aun en el deporte pueden ocasionar problemas en la salud humana. Todo abuso, entonces, resulta malo para el buen funcionamiento de la mente y el cuerpo.
“Los niños y los jóvenes sanos, par el caso, no consumen drogas, ni se dedican jamás el fumado. En cambio, los adictos al alcohol, a las drogas, al tabaco y demás estupefacientes, pronto sucumben en enfermedades de la piel, de los pulmones, del corazón, de las vías respiratorias, de los riñones, del hígado, del cerebro o de los demás órganos del cuerpo, hasta causarles la muerte prematura.
”Por eso es indispensable evitar toda clase de sustancias dañinas para el organismo, así como también tratar de mantener nuestra mente clara, libre de pensamientos que puedan dañar la salud.
“Alimentos y bebidas sanos, evitar los excesos y mantener pensamientos de alegría y motivación que eleven la autoestima hacia planos de moralidad, serán los principios fundamentales para el logro de una salud plenamente satisfactoria”.
Las apreciaciones anteriores nunca pierden actualidad, principalmente en esta época de la pandemia que azota a todo el mundo.
Se entiende por “salud” al estado en que el ser orgánico ejerce normalmente todas sus funciones naturales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es un organismo de las Naciones Unidas con sede en Ginebra y fue fundado el 7 de julio de 1948 y su objetivo es la coordinación de los esfuerzos internacionales a favor del mejoramiento de las condiciones sanitarias del mundo.
La salud, pues, es el tesoro más preciado, vale más que todo el oro y la plata del mundo; mucho más que las joyas más preciosas, como los rubíes, las perlas y otras gemas, que solo sirven para envanecer el espíritu del ser humano.
Conservarla es nuestro deber, principalmente en esta época del coronavirus, que está ocasionando cada día millones de muertes en todo el orbe.
Conservémosla, pues, si queremos mantener un excelente estado de salud. Todo por el bien nuestro y el de la familia. ¡Sí, señor!

Maestro, psicólogo, gramático.