--Javi, ¿qué vas a estudiar?
--Papá, yo voy a jugar en el Real Madrid.
Mi compadre, quien fue buen futbolista y jugó en el FAS de Santa Ana, al graduarse del colegio consiguió una beca de soccer (como dicen los gringos) y así pudo estudiar Ingeniería en la Universidad Texas A&M, allá en el Norte.
Le preguntó a su hijo Javier, que estaba por graduarse del colegio, qué le gustaría estudiar, y el bicho, bien seguro, le respondió:
Papá, yo voy a jugar fútbol en el Real Madrid.
En los últimos años, el deporte ha pegado un giro impresionante. Ya no se trata solo de lo que pasa en la cancha o en el estadio. Ahora, con la ayuda de los medios digitales, las redes sociales y la televisión online, se ha convertido en una industria que mueve miles de millones de dólares a nivel mundial.
Para 2022, el deporte dejó de vivirse únicamente en los estadios; ahora se vive en el celular, tabletas, computadoras, en la tele, en las apps, básicamente en todos lados. Este cambio ha sido tan grande, que hoy el valor de este mundo deportivo supera incluso el Producto Interno Bruto (PIB) de países como El Salvador, que anda rondando los 30 mil millones de dólares.
Este fenómeno ha transformado totalmente cómo consumimos contenido deportivo. Las plataformas tradicionales siguen en la jugada, pero ahora comparten cancha con gigantes como Amazon Prime Video, DAZN o ESPN+, que ofrecen partidos en vivo y contenido exclusivo para fanáticos en todo el mundo. Amazon, de hecho, se tiró un golazo al invertir mil millones de dólares por los derechos de la NFL. Sí, leyó bien: 1,000,000,000 dólares (que para los gringos es un "billón").
Y no nos olvidemos de Netflix o Disney+, que antes ni se asomaban al mundo del deporte y ahora apuestan fuerte con documentales y producciones exclusivas. Hay billete de por medio, y todos quieren su tajada.
Las redes sociales también han sido clave. Facebook, Instagram, TikTok y X (antes Twitter) ya no solo sirven para ver goles o memes; hoy conectan a marcas, deportistas y fanáticos en tiempo real. Además, permiten comprar directamente desde la plataforma. Así, si ves una camiseta que te gusta, le das clic y diun solo, directo al carrito. Así de fácil se mueve el dinero ahora por el mundo.
En medio de todo esto, las vallas digitales han hecho su entrada triunfal. ¿Se recuerdan de los anuncios estáticos? Pues quedaron en el pasado. Ahora hay pantallas digitales inteligentes en todos los estadios y fuera de ellos, que cambian según lo que está pasando en el partido. En 2021, solo en Estados Unidos, estas vallas digitales generaron más de 3,600 millones de dólares, y no solo en el deporte.
Otro jugador fuerte en este nuevo mundo son las apps móviles, que han crecido con el boom de las apuestas deportivas y el contenido personalizado. Plataformas como FanDuel y DraftKings están moviendo millones de dólares, mientras que otras como ESPN+ o DAZN siguen ganando suscriptores por todo el mundo que prefieren ver todo desde su celular.
Todo este nuevo universo lleno de tecnología ha convertido al deporte en una de las industrias más lucrativas del planeta. La Premier League, por ejemplo, generó más de Seis mil millones de libras (£6,000,000,000.00) en 2022/23. La NFL superó los Veinte mil millones de dólares, si, ($20,000,000,000.00) en 2023, y cada equipo embolsó más de 400 millones. La NBA no se queda atrás con Once mil trecientos millones de dólares, y la NHL alcanzó los Seis mil seiscientos millones de dólares en la temporada 2024/25.
Hasta el tenis, que no es de los más masivos, ha demostrado que tiene lo suyo. Solo en Estados Unidos, este deporte generó cerca de Seis mil millones de dólares.
Y claro, los grandes merecedores de todo este boom son los atletas profesionales. En 2022, según Forbes, Lionel Messi y Cristiano Ronaldo lideraban la lista de los deportistas mejor pagados, con más de 100 millones de dólares cada uno. LeBron James y Roger Federer también figuraban en esa selecta lista.
Creo que Javi también leyó esas noticias, pero mi compadre, muy inteligente, hizo lo mejor, lo metió a una escuela de fútbol cerca del aeropuerto de Comalapa. Ahí se topó con bichos jóvenes, rápidos, con mucha técnica y algunos jugaban descalzos, y aun así, Javi ni cerca les llegaba. Ni siquiera lograba estar a la par.
Entonces se dio cuenta de que no es fácil ser atleta profesional y fue cuando dijo:
Papi, mejor voy a estudiar.
Hoy por hoy, el deporte ya no es solo un espectáculo, es una máquina de hacer billete. Se puede decir que es un motor de la economía mundial que no para de crecer y que ofrece grandes oportunidades a deportistas disciplinados, marcas, patrocinadores, creadores de contenido y desarrolladores de tecnología.
Como salvadoreños que somos, vemos que, aunque ya ha crecido un montón, esto apenas es la puntita. Y pa´tras, ni´pa coger impulso.
Adiós, Real Madrid… te perdiste de Javi.
Ricardo Panzacchi
Management & Marketing
McCoy College of Business
Texas State University