Uniendo esfuerzos

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Nuestro último Mundial: España 1982. Foto EDH

Por Érika Saldaña

2019-06-24 6:00:57

“Todos queremos lo mejor para este pueblo. Eso es lo que necesita el país: un sentido de unidad, un sentido de inclusión, un respeto por nuestras instituciones, nuestro modo de vida, el estado de derecho y el respeto mutuo”. Estas fueron las palabras del expresidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, después de la elección de Donald Trump en 2016. Fue un llamado a la unidad del país luego de que su partido perdiera la elección presidencial. Y estas son palabras que también deberíamos hacer propias para El Salvador.

La semana pasada tuve la oportunidad de compartir un almuerzo organizado por la embajadora de los Estados Unidos Jean Manes en su residencia, en el que mujeres líderes de este país intercambiaron ideas y visiones con la primera dama de la república y las ministras de Turismo, Educación, Salud, Cultura y Desarrollo Local. El llamado durante la reunión fue el mismo hecho por el expresidente Obama. La embajadora pronunció un breve mensaje que luego fue difundido en su cuenta de Twitter: “El momento de este país es hoy. Tenemos que dar un paso adelante y empujar desde donde estamos. Seamos audaces, seamos valientes, no vacilemos, no nos detengamos. Nuestras familias, nuestras comunidades, nuestros países nos necesitan”. El Salvador necesita a todos sus buenos ciudadanos.

Durante décadas, los partidos políticos que ganaron una elección empujaron esfuerzos hacia decisiones específicas sin considerar la opinión de quienes fueron adversarios o de quienes no pensaban de manera similar. No ha existido la suficiente madurez política de tener en cuenta lo que piensan las minorías. Eso ha profundizado la polarización y el resentimiento entre distintos sectores de la sociedad. Todas estas asperezas existentes son las que hay que limar, centrando esfuerzos en sacar adelante un país dañado por la pobreza, exclusión y corrupción. Esto es posible hacerlo sin perder el pensamiento propio y el sentido crítico propio.

El llamado a unir esfuerzos por el país no se traduce una sumisión y aceptación a ciegas de las decisiones que provengan del Órgano Ejecutivo. La invocación a la unidad significa que todos los involucrados en las decisiones de país deben tener la madurez política de participar en un diálogo horizontal para la toma de decisiones. Significa que los ciudadanos comprometidos con El Salvador debemos unir esfuerzos y apoyar las buenas propuestas que provengan del Ejecutivo. Y también, que la presidencia y sus ministros deben escuchar las observaciones y críticas orientadas a tomar mejores decisiones o corregir errores. La idea principal debe ser siempre resolver de manera civilizada los problemas del país.

En El Salvador necesitamos mucha civilidad. Civilidad cuando convivimos en nuestras colonias y comunidades; civilidad en las calles y en el tráfico; civilidad en el trato con nuestros compañeros de trabajo y con los usuarios de los servicios. Y también, civilidad en el ámbito político, donde los oponentes partidarios o los distintos pensamientos ideológicos no deben tratarse como si fueran enemigos. El fin último de todos los involucrados en política debería ser el progreso del país y el bienestar de la población. Lo único distinto es el camino a seguir, no la finalidad que todos buscamos.

Hoy es un buen momento para compartir el mensaje de la embajadora Manes a todos los ciudadanos que queremos a nuestro país: hay que unir esfuerzos por El Salvador. Debemos dejar a un lado las diferencias políticas que nos han separado desde hace décadas y trabajar, cada quien desde su trinchera personal, en hacer avanzar el desarrollo de nuestro país. Las diferencias no deben ser más ruidosas que el deseo de mejora de todos los ciudadanos. Cuando se trata de nuestro país, todos estamos en el mismo equipo.

Abogada