El poder del agua

Somos un país bendito donde todavía en los inviernos llueve mucho, pero por falta de atención en los últimos sesenta años y no haber construido estanques de acopio en muchos lugares para suplir en verano el agua de las lluvias y contrarrestar la sequía, el agua con todos sus poderes buenos para nosotros, se sigue yendo tal como cae, los lagos están contaminados y los ríos, además, secos.

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Hugo Pérez, técnico de la Selecta en un partido de la Copa Oro 2021. Foto: AFP

Por Pedro Roque

2021-07-24 7:52:03

Los católicos creen en el poder milagroso del agua bendita, los médicos recomiendan tomar mucha agua por su poder curativo y preventivo, para cocinar utilizamos agua por su poder de penetración en los alimentos, ablandarlos y hacerlos comestibles. En todas las industrias de productos y servicios el agua se encuentra en alguno de los procesos. Sin el agua la agricultura es imposible y gran parte de nuestro cuerpo es agua.
La gestión del agua y el aprovechamiento de sus poderes es uno de los grandes retos tecnológicos de todos los países, pues en cuanto más crece la población más agua debe gestionarse para que llegue a todos los habitantes. “Agua potable y sanitaria para todos” es el objetivo de sostenibilidad mundial número seis. Esperemos que aquí este reto, esté claro y se esté pensando qué, cuando y como hacer para resolverlo.
Por el otro lado sabemos del poder destructivo del agua, cuando cae del cielo como lluvias torrenciales durante varios días, o bien como gotas frías sobre lugares específicos o grandes tormentas con agua, viento fuerte y rayos o combinada con huracanes o cuando por un gran sismo en las profundidades del mar adquiere energía potencial y en forma de tsunami y grandes olas nos muestra que su capacidad destructiva es inconmensurable y cuesta billones de dólares reconstruir.
Si se dio cuenta de las crecidas en Bélgica y Alemania la semana pasada y viendo los videos de personas que estaban ahí durante los momentos más graves, observamos que el poder del caudal del agua era tan grande, que arrancó casas, arrastró cientos de vehículos, camiones y autobuses, inundó grandes tramos de autopistas y líneas férreas, a pesar de la forma robusta de construir de acuerdo a normas técnicas en Alemania.
En octubre de 1980 estuve cerca de otro gran desastre con el poder del agua en Valencia. Después de varios días de lluvias torrenciales la presa de Tóus cedió y en una hora arrasó el pueblo de Gabarda e inundo cinco metros las calles principales de Alcira y aquí, en San Vicente, la tormenta “Ida” una madrugada en noviembre de 1990, se llevó 400 viviendas de la orilla del río Acahuapa y unas 350 personas. En San Salvador ya sabemos, con una tormenta de tres horas se inundan las zonas bajas de la ciudad.
En los Años Cincuenta y Sesenta el clima era predecible. Las lluvias empezaban en mayo y terminaban en noviembre. Esa regularidad se perdió con el inicio del cambio climático y no se sabe, si cuando la tierra recupere su equilibrio, la estabilidad climática volverá.
En España, estas semanas la temperatura alcanzó casi cincuenta grados y las heladas en los próximos inviernos serán, posiblemente, más severas.
De vuelta con el agua y su gestión, utilizando las nuevas tecnologías para garantizar la supervivencia de los ecosistemas y nosotros, debe ser parte de las estrategias de corto, medio y largo plazo en sus diferentes fases: captación, extracción, almacenamiento, transporte, desinfección, potabilización, distribución y por supuesto, el consumo responsable en las industrias, los negocios pequeños y grandes y los hogares.
Somos un país bendito donde todavía en los inviernos llueve mucho, pero por falta de atención en los últimos sesenta años y no haber construido estanques de acopio en muchos lugares para suplir en verano el agua de las lluvias y contrarrestar la sequía, el agua con todos sus poderes buenos para nosotros, se sigue yendo tal como cae, los lagos están contaminados y los ríos, además, secos.
Pues sí, para aprovechar en el futuro los excelentes poderes del agua y evitar los desastres, hay que prever y organizar muy bien su gestión y administración.
Y en su casa, aunque usted pueda pagarla, no la desperdicie.

Ingeniero/Pedroroque.net