Para saber si es verdad o mentira lo que lees

Lo primero que podemos hacer es asegurarnos de leer el cuerpo de la noticia. No basta con leer solo el titular para informarse. Esta es la única forma de saber si el título y la imagen tienen coherencia con el desarrollo de lo informado.

descripción de la imagen
El 7 de diciembre de 1994 se inaugura la Sucursal Galerías, ubicada en el Centro Comercial Galerías Escalón, lugar donde estaba la casona de la Escalón. (Actualmente las oficinas corporativas se encuentran localizadas en este Centro Comercial). Foto/ Cortesía

Por Mariana Zamora

2020-10-15 9:27:34

Si buscas en internet cuál es la forma de la Tierra, vas a encontrar cientos de webs que sostienen que la Tierra es plana. A pesar de que los humanos tenemos más de 2,000 años de saber que es redonda, en internet se difunde la creencia de que es una conspiración para ocultar la verdad.
Los antiguos griegos no contaban con la ayuda de las sofisticadas tecnologías que tenemos en el siglo XXI pero tenían certeza de que la Tierra era redonda. Nuestra situación es contradictoria. Tenemos mucha información (¡cientos de fotos tomadas desde el espacio!) y estamos muy desinformados. El problema no es el acceso o no a la información, sino que somos poco críticos con las fuentes de información a las que consultamos. Las revistas de ciencias más prestigiosas y confiables están disponibles y gratuitas en internet, pero nos basta la opinión de un youtuber (que no ha viajado al espacio) para considerar el terraplanismo. En efecto, un youtuber español dijo que las fotos donde se ve que la Tierra es redonda están trucadas por la NASA y cientos de personas le creyeron… Es un hecho que la Tierra es redonda, pero si no fomentamos el rastreo de fuentes, es decir, saber quién lo dice y qué autoridad tiene para decirlo, entonces podemos ignorar siglos de avances científicos.
La desinformación es un asunto complejo. Hay contenido fabricado con intención de engañar (información o imágenes manipuladas); también puede tratarse de una sátira o parodia que no pretende engañar y posiblemente lo haga. Otras veces es contenido impostor, es decir, parece verdadero pero se han suplantado las fuentes de información (por ejemplo, usar el logo de la OMS para decir algo sobre la pandemia). Otro fenómeno es la difusión de contenido verdadero pero puesto en un contexto falso.
Lo primero que podemos hacer es asegurarnos de leer el cuerpo de la noticia. No basta con leer solo el titular para informarse. Esta es la única forma de saber si el título y la imagen tienen coherencia con el desarrollo de lo informado.
En segundo lugar podemos revisar las fuentes, es decir, rastrear en la noticia los datos que se proporcionan y confirmar en esos sitios si la información es cierta tal como se plantea.
El tercer paso es contrarrestar con otros medios. Si algo nos sorprende mucho podemos buscar si otro medio está hablando sobre el tema y cómo lo aborda. Por ejemplo, si recibes un enlace que dice: “Trump escupe a un periodista en Rose Garden” puedes buscar si los periódicos más conocidos de Estados Unidos hablan de esta noticia o no. Puede que sea una sátira que parece verdad pero no lo es; tal vez sea contenido manipulado (se ha editado la imagen); o simplemente la imagen está sacada de contexto.. Si es verdad, no dudes que todos los periódicos del mundo estarán hablando de esto.
Una imagen la puedes revisar arrastrándola a Google u otro buscador para ver cuál es el lugar y la fecha de publicación originales. Sin ser periodistas podemos comprobar en segundos si se está utilizando una foto o un video de otro contexto o tiempo para una noticia actual.
Por último, no olvides evitar reenviar de forma inmediata una noticia que te haya emocionado mucho. Tenemos que frenar y realizar los chequeos previos. Cada uno somos un eslabón en la cadena de difusión y podemos marcar la diferencia siendo usuarios responsables y con mirada crítica.

Especialista en Educación Digital/mariana.zamora2@gmail.com