CAPRES: de “vístima” a fusilero

Como ciudadanos, como sociedad, no debemos normalizar o banalizar tan graves expresiones de odio: quien se expresó el domingo en cadena nacional de radio y TV no fue un adolescente pasado de tragos hablando tonterías o contando chistes en la madrugada, a la salida de una discoteca, sino que fue el Presidente de la República, quien tiene control sobre personas armadas

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El presidente Nayib Bukele durante la cadena nacional emitida ayer por la noche. Foto: Cortesía / @PresidenciaSV

Por Enrique Anaya

2020-08-10 9:01:27

PUESIESQUE…el domingo 9 de agosto tuve el valor de ver y escuchar la larga presentación que hizo la Presidencia de la República (CAPRES) en cadena nacional, y mis reacciones variaron mucho en el transcurso de aquélla: inicialmente, de reírme por los constantes disparates jurídicos; luego, a carcajearme por los memes que ya venía venir por las improvisadas nuevas acciones (de medidas sanitarias poco tienen); para terminar altamente preocupado por el amenazante lenguaje de recurrir a fusilamientos.
En efecto, en esa exposición dominical, el actual inquilino de Casa Presidencial dedicó la primera hora a dos estériles esfuerzos, haciendo el papel —como dice el meme— de “vístima”: primero, en un acto vergonzoso para una democracia, a despotricar e insultar a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (SCn/CSJ); y, segundo, dando pena ajena al intentar impartir una clase de derecho constitucional (esa parte fue, por la colección de desatinos, para reírse).
La forma de pronunciarse sobre la SCn/CSJ y el desconocimiento de la Constitución nos confirman, una vez más, algunas características de la actual administración presidencial: por una parte, ante la ausencia de argumentos razonables, recurrir al improperio; y, por otra, la inexistencia de asesoría jurídica en CAPRES (ya ni quienes les gusta llamarse equipo de jurídico de CAPRES se atreven a salir en público, así que dejan que los dislates jurídicos los exponga directamente por el propio Presidente).
Sobre las llamadas nuevas medidas, en su mayoría son meras improvisaciones, por ejemplo, los llamados “carnés de inmunidad”, que desde hace varios meses se promovieron en algunos países, pero se abandonó la idea. Esperemos a ver cuál es la normativa que se emite al respecto de tal clase de documento, a fin de conocer si existe evidencia científica para tal documento y, además, verificar si no se incurre en un caso de inconstitucional discriminación negativa. Ojalá no se trate de entregar a algún primo el negocio de producir tal clase de carné.
Y lo que sí ya es causa de alta preocupación, es que el Presidente de la República declaró: “Soy el único Presidente que [sic] su ministro de salud no puede poner reglas sanitarias. Pero bien, los dictadores somos nosotros. Y hay un grupito que se toma ese juguito [sic], y dice: ‘Sí, Bukele dictador, Bukele dictador’. ¿Dictador? Los hubiera fusilado a todos o algo así, si fuera de verdad un dictador. Salvás mil vidas a cambio de cinco”.
¿Fusilar? ¿a todos los salvadoreños? ¿a los cinco magistrados de la SCn/CSJ?
Expresiones tan conminatorias contra la población o contra los magistrados deben rechazarse de modo contundente y condenarse unánimemente: si es inaceptable que cualquier persona se exprese en semejantes términos, que lo haga el Presidente de la República es repudiable, pues se trata de un lenguaje de odio, llegando al extremo de afirmar que de su parte cometería fusilamientos, es decir, que cometería o autorizaría asesinatos a sangre fría.
Como ciudadanos, como sociedad, no debemos normalizar o banalizar tan graves expresiones de odio: quien se expresó el domingo en cadena nacional de radio y TV no fue un adolescente pasado de tragos hablando tonterías o contando chistes en la madrugada, a la salida de una discoteca, sino que fue el Presidente de la República, quien tiene control sobre personas armadas, así que semejantes amenazas deben preocuparnos, pues hablar de fusilamientos no es para bromas.
Lo que como sociedad deberíamos esperar y reclamar es que, ante tales exabruptos, el actual inquilino de CAPRES (que gusta tanto de mencionar a Dios), haga acto de contrición y exprese públicamente sus disculpas al pueblo salvadoreño y a los magistrados.

Abogado constitucionalista.