Comparando un Bicentenario con un Centenario

“Pueden suceder terremotos, huracanes, guerras, conflicto interno, secuestros, bombas, incendios, pandemias y otros males, pero por ese ejemplo recibido durante estos primeros 100 años, aquí nos quedamos”, pues “cuando a El Salvador le pasa algo, nos pasa a todos”. (Ricardo Simán)

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Foto/ Pexels

Por María Alicia de López Andreu

2021-12-10 4:20:53

Creo firmemente que todos los acontecimientos son pasajeros; en cambio, esta Patria que nos vio nacer debe ser eterna. Por eso, celebrar el Bicentenario de nuestra Nación me emocionaba, esperando que será seguido por muchísimos centenarios más.

Nuestro Bicentenario me causó sentimientos encontrados: uno, admiración y alegría por las decenas de miles de compatriotas que salieron a las calles a manifestarse en contra del peor gobierno que hemos conocido (incluso peor que el de Funes). Y dos, indignación al contemplar (obligatoriamente, tratándose de una cadena nacional) la vergonzosa conducta del Confeso Dictador ante nuestra Nación y ante las naciones del mundo, habiendo insultado a sus Embajadores, al mantenerlos de pie, bajo el sol, regañándolos como bichos escueleros malcriados. Todo, por el delirio de persecución y la ultra megalomanía que posee el susodicho.

Entonces demostró que los graves acontecimientos que precedieron (desde el 9F en adelante) sólo fueron ensayos para la destrucción de nuestro país y la creación de otro diferente, ajeno, grotesco, mentiroso. De allí las actitudes caprichosas, infantiles, disparatadas y ridículas del Confeso Dictador: le estorban los países democráticos, quiere ser líder del mundo mundial virtual, para con un click hacer realidad sus sueños de opio. (Esa es una frase hecha, no vayan a demandarme por calumnia, como ahora se estila). Y lo peor es que hay tantos creyendo que todo se logra solamente por desearlo.

Muchos extranjeros ven la realidad. Estuve fuera por motivos de salud y nos invitaron a cenar en la icónica Merrick Plaza, en Coral Gables. El mesero contó que, hacía dos días, había estado cenando el Confeso Dictador en el restaurante vecino. Pero lo importante es que las personas que nos rodeaban, viendo que el susodicho no nos simpatiza, comenzaron a hacer burla de Bitcoin City, etc., imitando sus ademanes y colocándose las gorras al revés. Incluso un connotado escritor que nos saludó se expresó terriblemente mal del “dictador más cool del mundo mundial”, como le llamó. ¡Qué triste saber cómo nos tienen catalogados!

Como punto de comparación, quiero destacar el Centenario que la familia Simán celebró el 08/12/2021, haciendo un sentido recuento de los grandes sacrificios y el duro trabajo que su negocio ha significado para ellos: desde sus inicios, como una pequeña venta de telas, hasta la actualidad, convertidos en un multi almacén, reconocido nacional y regionalmente, como un referente de calidad y confianza. Emocionan las palabras pronunciadas por su presidente, Don Ricardo Simán, haciendo un tributo a sus abuelos, padres y tíos y reconociendo el aporte de la cuarta generación y de sus colaboradores en el éxito alcanzado. Sus palabras recuerdan que triunfar no es cuestión de un día, sino de mucho tiempo (cien años en este caso). Y de trabajo sin descanso, afrontando todos los retos que se presentan. Dijo textualmente: “Pueden suceder terremotos, huracanes, guerras, conflicto interno, secuestros, bombas, incendios, pandemias y otros males, pero por ese ejemplo recibido durante estos primeros 100 años, “aquí nos quedamos”, pues “cuando a El Salvador le pasa algo, nos pasa a todos”.

Don Ricardo habla de “estos primeros 100 años”. No dudo de que, con el trabajo duro, inteligencia y mística que la familia Simán ha mostrado fehacientemente vendrán muchos centenarios más para sus almacenes.

Y ¿para El Salvador? ¿Habrá otros centenarios, o permitiremos que un iluso Confeso Dictador acabe con nuestra Patria?

Empresaria.