Víctima de violencia por su religión o sus creencias

Fomentemos la responsabilidad de promover y proteger los derechos humanos, incluidos aquellos pertenecientes a las minorías religiosas y su derecho a ejercer su religión o creencia libremente, siempre bajo el respeto mutuo en beneficio de todos para sumar al desarrollo y sostenibilidad de todas las naciones por un mundo de educación, cultura y paz.

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La afición del Platense celebró con todo el gol de Juan Camilo Delgado. Foto EDH / Menly Cortez

Por Luis José Samayoa Rodríguez

2021-08-22 5:24:07

El presente mes presenta otra fecha importante para la comunidad mundial: es el Día Internacional de conmemoración de las víctimas de actos de violencia motivados por la religión o las creencias (22 de agosto), el cual condena rotunda y enérgicamente la violencia y actos de terrorismo dirigidos a personas pertenecientes a ciertas religiones o creencias, así como la violentación de derechos como la libertad de expresión y el libre ejercicio de las prácticas religiosas o creencias tal y como lo establece la Constitución de la República de El Salvador.
La libertad de religión o de creencias, así como también la libertad de expresión y opinión, derecho de reunión pacifica y de libertad de asociación, son de carácter interdependiente, los cuales además de encontrarse relacionados, se refuerzan mutuamente y forman parte del catalogo de derechos y deberes de la persona humana. Lo anterior, contemplado de manera expresa en diversos instrumentos legales tanto nacionales como internacionales. Sin embargo, actualmente se continua la perpetración de acciones violentas de todo tipo, basándose en la religión y las creencias que ciertos sectores sociales no comparten con respecto a otros.
Muchos actos vandálicos, inauditos e inhumanos, se cometen de manera constante y muchos no llegan a ser de conocimiento para toda la sociedad mundial. Por consiguiente, se deben sumar esfuerzos articulados por parte de todos los sectores de las sociedades a nivel global, en donde se fomente el debate abierto, bajo enfoque constructivista y respetuoso de ideas, así como el diálogo interreligioso e intercultural a todos los niveles puede sumar significativamente en esa lucha continua y férrea para erradicar este tipo de violencia que aun acecha a los pueblos del mundo. Aunado a lo anterior, se incorpora el ejercicio al derecho y de manera respetuosa de la libertad de opinión y expresión, que se ven altamente vulnerables para muchos sectores sociales, poniéndose en alto riesgo la persona humana como origen y fin de un estado democrático y de derecho.
Los Estados en el mundo, además de condenar conductas y actos que irrespetan las religiones y creencias, deben actuar y desarrollar políticas publicas que trasciendan fronteras para poder llegar gradualmente a cualquier rincón del mundo. Si bien es cierto, las diversas sociedades tratan de luchar constantemente resiliencia y fortaleza de los miembros que la componen para resistir estos ataques, aun queda mucha labor por hacer para poder erradicar practicas que estigmaticen rechazo, racismo y cualquier acto que vulnere al ser humano, utilizando como escudo las creencias y religiones.
Fomentemos la responsabilidad de promover y proteger los derechos humanos, incluidos aquellos pertenecientes a las minorías religiosas y su derecho a ejercer su religión o creencia libremente, siempre bajo el respeto mutuo en beneficio de todos para sumar al desarrollo y sostenibilidad de todas las naciones por un mundo de educación, cultura y paz.
“Deja que las ideas y pensamientos sobre Dios te vengan de todas partes, hay un solo Dios con miles de nombres, rézale de acuerdo a tu religión o creencia, respetando a todos los demás” (Mahatma Gandhi).

Abogado, Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas, Decano de la Universidad Nueva San Salvador.