Redes de la corrupción: cáncer social en América Latina

Los sucesivos gobiernos suelen caer en la trama de esa endemia como mariposas en la tela de araña. Pactos de corrupción, anacrónicas e ineficientes políticas de administración pública y otros vicios, permanecen enquistados

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31 de octubre de 2019: Norman Quijano dio un mensaje de despedida en su último día en la presidencia de la Asamblea. Foto EDH / Menly Cortez

Por Carlos Balaguer

2019-10-31 7:06:53

Democracias raptadas, subyugadas o corruptas, inmersas en el subdesarrollo “tercermundista”. Ese es tristemente el patético escenario en Latino América. Los bancos mundiales con sus astronómicos préstamos de usura alimentan, sin proponérselo, la corrupción y sumisión de estas naciones hipotecadas y fallidas.
Naciones que tienen todas las riquezas humanas, naturales y culturales para emerger, de cara al futuro, como un continente de prosperidad capaz de desplegar y auto abastecerse. Pero un cáncer social detiene su desarrollo y prosperidad. Son las redes de la corrupción, establecidas como un nefasto y antiguo modelo de involución, saqueo y miseria, lo que podríamos llamar “dictaduras de la corrupción” que reprimen progreso y libertad. Los sucesivos gobiernos suelen caer en la trama de esa endemia como mariposas en la tela de araña. Pactos de corrupción, anacrónicas e ineficientes políticas de administración pública y otros vicios, permanecen enquistados. Al punto de incluir de alguna manera estructuras de Estado y gremiales. Sanear este patético escenario es el urgente reto de las naciones latinoamericanas para escapar de la sombra y el atraso. Ello, dejando atrás fallidos y perversos “sistemas” para crear la democracia del futuro. Antiguo ideal de derecho, paz y prosperidad.