Me había abstenido de escribir estas columnas porque, entre tanta incertidumbre y polarización, para alguien que le gusta escribir del corazón, los mensajes que recibí por mi último artículo sobre el Hospital El Salvador fueron agobiantes y extremadamente negativos dado el contexto político, el cual a mí personalmente no me condiciona a decir lo que pienso. Lo que sí me interesa es el bienestar de nuestra población. Al escuchar al presidente Nayib Bukele en cadena nacional afirmando que tenemos más de 500 camas disponibles para pacientes COVID en el Hospital El Salvador en este momento, me convenció de que escribir esa columna honrando a la gente que está trabajando incansablemente en el Hospital EL Salvador y otros hospitales no fue un error.
La mayoría de mis columnas van inspiradas por un profundo respeto y admiración para TODO el personal del sistema nacional de salud (tanto público, como privado) que están salvando muchas vidas a costa de que ellos están arriesgando su seguridad y salud día a día. Quiero agradecer a todos por su esfuerzo.
Con base en ese respeto por el personal en primera línea es que las recientes noticias sobre la reapertura de una forma no organizada me preocupan mucho. Considero que hay aún tiempo para que la Asamblea legislativa y el Ejecutivo se pongan de acuerdo y se trate de llegar a un consenso para una apertura ordenada. Si esto no se logra, nosotros como sociedad civil tendremos que prepararnos para lo que nos viene. Si no nos preparamos adecuadamente, las más de 500 camas serán insuficientes en los próximos 2 meses.
Recordemos las normas básicas que tenemos que seguir:
1- Uso de mascarilla
2- Distanciamiento entre personas (idóneo 2 metros)
3- Lavado de manos
4- Y nuevamente mascarillas
Mascarillas, mascarillas y más mascarillas. Necesitamos prepáranos para lo que viene y la mascarilla será nuestra arma principal contra el contagio. Ya lo han dicho muchos estudios, si la gran mayoría de la población la utiliza, nuestro riesgo de contagio disminuye significativamente.
Dentro de lo que individualmente podemos hacer les propongo la estrategia de tener siempre 5 mascarillas: Tenga 5 mascarillas en su casa, 5 en su oficina y 5 para otros. Sé que el costo de las mejores mascarillas no es siempre asequible para todos, pero deberíamos aspirar a esto. Así como las personas a veces aspiran a tener un buen celular, esto es una adquisición con un retorno de inversión enorme. Si tengo 5 mascarillas en mi casa, estoy seguro de que SIEMPRE tendré una disponible antes de salir. Si tengo 5 en la oficina, si alguien rompe protocolo en el lugar de trabajo, se solventa el problema sin mucha complicación. Si tengo 5 para otros, estoy siendo responsable y solidario con el prójimo. Si tenemos la oportunidad de compartir, no solo nos protegemos, sino que ayudamos a que nuestra sociedad se proteja. En una parada de bus, en semáforo, si estamos en la calle y vemos a alguien que no tenga nos estaremos ayudándonos como salvadoreños a salir de esto: UNIDOS.
Eduquémonos sobre la calidad de las mascarillas. En las últimassemanas se ha hablado sobre mascarillas que no cumplen con los requisitos para nuestro personal de primera línea. Es importante entender cómo terminaron esas mascarillas siendo utilizadas pornuestros soldados, policías y personal de salud. ¿Hay evidencia científica para su uso? ¿Es por falta de insumos? ¿Qué lleva a esa decisión de distribuirlas? Esto se aclarará con el tiempo, pero creo que lo importante es no caer en el mal uso de estas herramientas, ya que son el pilar de nuestro combate contra el contagio.
Seamos responsables en cómo deseamos ver esta reapertura. Tenemos solos dos semanas para prepararnos. Me gustaría pensar que los políticos se pondrán de acuerdo para hacer esto de una forma ordenada, pero si ese no es el caso, estará en TODOS nosotros cuidarnos. Tenemos que de una forma muy cordial recordar a las personas que NO tengan una mascarilla que tiene que usar una y si dicen que no tienen, pues estemos preparados para donar una siempre. Ser parte de la solución eso es clave para ganarle a este virus.
Los desafíos que hemos sobrepasado como nación han sido increíbles, pero no lo hemos logrado solos. Países solidarios nos han extendido la mano con ayuda humanitaria, organizaciones sin fines de lucro que han apoyado al gobierno, empresas que han sumado esfuerzos para mantener empleos para palear con las consecuencias en la economía del país por la pandemia. TODOS, unidos estamos saliendo adelante.
Nunca debemos rendirnos, siempre hay que tratar de solucionarlos problemas. Si nuestros líderes políticos no lo logran, nosotros como sociedad lo podemos hacer. ¡A darle vida al país se ha dicho! A la reapertura (ordenada) de nuestra nación…
Dios. Unión. Libertad
Médico Salubrista.