¿Qué significa ser madre?

Para que tenga su verdadero sentido la celebración del Día de la Madre para todas las mujeres salvadoreñas, urge que se inicie una campaña seria en que se convenza a los jóvenes, ellos y ellas, de que la única manera de tener un futuro prometedor, y salir de la pobreza en que nacieron, es esperar para poder disfrutar de esos años felices en las aulas escolares, para prepararse académicamente

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Por Teresa Guevara de López

2019-05-11 10:43:11

Celebramos el viernes 10 el Día de la Madre, una de las fiestas más relevantes en nuestro calendario, que moviliza la economía, y despierta sentimientos de amor y gratitud, en largas campañas en todos los medios, con ofertas y sugerencias de regalos para las mamás. Pero, ¿qué significado tiene el ser madre? Es un título que recibimos con alegría, cuando por primera vez nos damos cuenta que en nuestro vientre comienza una nueva vida, la prueba materializada del amor de un hombre por una mujer, y que cobra su total significado cuando tenemos un hijo entre los brazos.

La maternidad es un don divino, un privilegio otorgado a las mujeres, demostración de la confianza de Dios en los seres humanos, de participar con Él en la obra de la creación. La madre comienza así una cadena formada de risas y lágrimas, alegrías y dolores que constituyen su esfuerzo para lograr que ese bebé, pueda un día volar con alas propias, abandonando el nido para iniciar una vida independiente. Son noches de desvelo y de angustia ante las enfermedades, de ayudarle a ponerse los patines, de curar los eternos raspones porque se cayó de la bicicleta. Es apoyar sus esfuerzos escolares, comprender sus pequeños desengaños, regresar a las noches de desvelo, porque ya adolescente, no ha regresado todavía, y rezar constantemente desgranando rosarios, para que la Virgen lo libre de todo mal.

Pero no siempre la maternidad es un sublime regalo, porque lejos de ser una bendición es un castigo, si es producto de una relación momentánea, en que el macho tuvo su momento de placer y engendró una nueva vida en una mujer a la que no volverá a ver, ni perderá un minuto de su sueño considerando si tiene alguna responsabilidad con la criatura que vendrá al mundo, porque la mujer se hará cargo.

¿Qué significa la maternidad para cientos de niñas, que en lugar de estar estudiando o jugando con muñecas, se convierten en madres? No logran comprender el sublime significado de este privilegio, porque no están todavía desarrolladas, ni física ni psicológicamente, y no cuentan con más apoyo que el de sus padres, o solo el de su madre, cuya triste historia ella no hizo más que repetir. Una boca más, y menos oportunidad de un mejor salario, porque interrumpió los estudios y le espera el mismo panorama de pobreza.

Más dolorosa la situación de tantas mujeres, que ante la angustia de un hijo no deseado, sucumben ante la palabrería engañosa de los asalariados de la cultura de la muerte, que ofrecen el aborto como solución a su doloroso problema, sin explicarles las consecuencias, tanto físicas como emocionales que vendrán como un constante recordatorio de que su vientre, lejos de ser santuario de una nueva vida, fue el sepulcro donde fue sacrificada una criatura inocente, cuya única defensa era su madre, que se convirtió en su verdugo.

Para que tenga su verdadero sentido la celebración del Día de la Madre para todas las mujeres salvadoreñas urge que se inicie una campaña seria en que se convenza a los jóvenes, ellos y ellas, de que la única manera de tener un futuro prometedor, y salir de la pobreza en que nacieron, es esperar para poder disfrutar de esos años felices en las aulas escolares, para prepararse académicamente, tener una sana auto estima, la seguridad de que pueden ser auto suficientes, emprendedoras y empoderadas, para a su debido tiempo elegir al compañero que comparta sus mismos sueños e ideales, y para quienes la maternidad será un regalo y una bendición. Dios bendiga a las madres salvadoreñas.

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