Decisiones

En la vida, si queremos caminar hacia adelante, hay que decidir. Obviamente algunas decisiones son más importantes que otras

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El salvadoreño Roberto Carlos Domínguez festeja uno de sus goles marcados con el Bolívar, en Bolivia. Foto EDH / Archivo

Por Jorge Alejandro Castrillo Hidalgo

2020-12-04 5:33:54

En la década de los Setentas hizo su incursión en la cultura musical el género de la salsa, originario del Caribe, pero escuchado y bailado en todo el continente americano. Para los Ochentas —década de la conflagración interna salvadoreña— la salsa ya era mundialmente famosa. La gocé a plenitud en los “Salsódromos” que se pusieron de moda en el Perú de esa época: grandes espacios techados en los que cuatro orquestas tocaban salsa y merengue toda la noche, en vivo, turnándose las tandas, cuando una terminaba empezaba la otra.
La música latinoamericana hacía furor allí, en parte porque los regímenes militares anteriores habían prohibido que se difundiera música en inglés (se podía llegar a esos extremos entonces para envidia de las actuales dictaduras). Las “peñas” (donde se escuchaba y bailaba música peruana tocada y cantada por sus propios autores y otros artistas nacionales) y los “salsódromos” vivieron su mejor momento. La salsa registró un crecimiento regular entre los años 1970 y 2000. A partir de los años 1980, las orquestas de salsa optaron por un sonido más cadencioso y melódico para las canciones, de letras con abundantes referencias al amor y a las relaciones sexuales como motivo principal, pero sin chabacanería.
Rubén Blades y sus “Seis del Solar” nos regalaron aquella preciosa “Decisiones”, canción que todos cantamos y bailamos tantas veces: 1.“La ex-señorita no ha decidido qué hacer/ En su clase de Geografía/La maestra habla de Turquía/ Mientras que la susodicha/Sólo piensa en su desdicha y en su dilema (…) 2. El señor de la casa de alquiler/A pesar de que ya tiene mujer/ Ha decidido tener una aventura/ (A lo casanova) /Y le ha propuesto a una vecina que es casada/De la manera más vulgar y descarada (…) 3. El borracho está convencido que a él/ El alcohol no le afecta los sentidos/ Por el contrario/ Que sus reflejos son mucho más claros/ Y tiene más control/Por eso hunde el pie en el acelerador/ Y sube el volumen de la radio/Para sentirse mejor ….
Decisiones (Ave María) /Cada día (Si señor) /Alguien pierde, alguien gana Ave María!/Decisiones, / todo cuesta/Salgan y hagan sus apuestas/Ciudadanía!
Para algunas personalidades (las introvertidas) resulta más difícil que para otras (las extravertidas) tomar decisiones. Pero en la vida, si queremos caminar hacia adelante, hay que decidir. Obviamente algunas decisiones son más importantes que otras: a qué tipo de vida queremos dedicar nuestros talentos, qué estudiaremos, mantenemos este trabajo o nos arriesgamos a tomar el otro, me caso o espero hasta que toda mi vida esté “resuelta y asegurada”, me quedo en el país o busco otros horizontes que creo mejores, son algunas de los dilemas más importantes que la mayoría de personas enfrentan. Nótese que las actuales generaciones deciden desde criterios diferentes a los que servían a las anteriores generaciones para decidir. Antes se inclinaban por la seguridad, hoy por la inmediatez de los resultados.
Quienes sufren de depresión, por ejemplo, tienen dificultades incluso para decidir cosas muy sencillas. Es una de los objetivos que se plantean cuando se está trabando con este tipo de problemas: ayudarlos a decidir, incluso en lo que comerán en los casos más severos. Tres criterios sencillos podrán ayudar a todos a tomar algunas decisiones que han venido aplazando: 1. Se decide con los elementos que puedo considerar en este momento (por eso es tan tentador que “nos lean el futuro”; tentador pero ilusorio). 2. Conviene poner un plazo final para tomar una decisión: decidiré cuando haya terminado esta actividad que me agobia, por ejemplo, o este fin de semana, o a final de mes. 3. Una vez tomada la decisión, hay que actuar en consecuencia para hacerla valer. No es conveniente volver a ver hacia atrás ¿qué habría pasado si hubiera tomado el otro camino? Nadie lo sabe en este momento ni lo sabrá nunca. Una vez tomada la decisión es imperativo actuar en consecuencia para que resulte en nuestro beneficio.
Finalmente, para quienes dicen tener mucha dificultad para tomar decisiones, el mejor consejo es que decidan. Como todo en la vida, entre más se practica, mejor se hace.

Psicólogo/psicastrillo@gmail.com