Un paso importante

Con la base de datos de ADN la investigación del crimen y de otro tipo se vuelven más rápidas y efectivas.

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Donald Trump expresidente de Estados Unidos. Foto/AFP

Por José María Sifontes

2021-01-22 6:39:45

La ciencia siempre va muy por delante de la legislación, y para que un avance tecnológico pueda ser utilizado de manera práctica en los tribunales suelen pasar varios años. Es el caso de las pruebas de ADN (ácido desoxirribonucleico). Pasó mucho tiempo para que esta tecnología pudiera ser utilizada como prueba en casos de justicia penal y como prueba legal de paternidad. Ahora, además de tener esa herramienta de investigación, se está por contar en nuestro país con su complemento: una base de datos de ADN. Esto representa un salto cualitativo en la investigación del crimen. Expliquemos un poco.
El ADN es el material genético, no sólo de las personas sino de todos los seres que viven o que han vivido. Con muestras de él se puede saber si proviene de una planta, de un ser humano o de un animal. Si de un ser humano, si es hombre o mujer, si es chino o caucásico, si tiene pelo negro o rubio, y si es Pedro González o Juan Pérez. En la década de los noventa sólo se podía extraer ADN de fluidos corporales (saliva, semen, sangre), pero la tecnología ha progresado y ahora es posible extraerlo de huesos, cabello, células de piel, etc. Con sólo tocar un vaso, abrir una puerta, dar la mano, dejamos material genético identificable. Se cuenta ya con ADN mitocondrial y de cromosoma Y, que son específicos de los sexos femenino y masculino.
En El Salvador se tiene desde hace años la capacidad de hacer perfiles genéticos, pero para muchos tipos de investigación es necesaria una persona (sospechoso, pariente) de referencia para confrontar los resultados y determinar identidad. Con la base de datos de ADN la investigación del crimen y de otro tipo se vuelven más rápidas y efectivas. Consiste en almacenar de forma computarizada los perfiles genéticos del mayor número de personas posible. En algunos países abarca a prácticamente toda la población; en otros es más limitada, por ejemplo, los condenados, las víctimas, familiares de desaparecidos, etc. La experiencia internacional indica que con el tiempo y al ser evidentes los beneficios que aporta, las bases de datos se amplían aceleradamente. Sólo se necesita introducir los resultados a la computadora y ésta los compara con los que tiene almacenados. De encontrarse, se hace el match.
Es raro que un violador, un ladrón o un sociópata asesino cometa un solo delito, en la mayoría de los casos son reincidentes. Si por un crimen anterior el perfil genético de una persona se encuentra en la base de datos y su ADN es encontrado en la escena del crimen o en una víctima sólo es cuestión de tiempo para que sea capturada. Mientras más cobertura tenga una base de datos de ADN más utilidades puede ofrecer. Delitos sexuales, homicidios, robos, secuestros, violencia doméstica, identificación de restos, son ejemplos para los que este instrumento puede hacer la diferencia entre el éxito o el fracaso de una investigación. Sin ser infalible y sin que deje de existir el riesgo de interpretaciones erróneas —por lo que su supervisión, realización e interpretación sólo puede estar en manos de expertos— será definitivamente un valiosísimo medio de investigación. La tecnología existe, las máquinas existen también, pero son las personas las que pueden hacer de ellas algo beneficioso. Es por eso que debe reconocerse el esfuerzo de varios años de la diputada Patricia Valdivieso para que la tecnología y la legislación se juntaran.

Médico Psiquiatra.