Protejamos la CICIES de quienes la operarán

No hace falta citar ejemplos lejanos: “la tregua” fue apoyada y contó con la participación activa de la OEA a pesar de que involucró una negociación oscura entre el Gobierno y cabecillas de estructuras criminales que cambió la dinámica política y el dominio y control de los grupos delictivos.

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Amigos y compañeros de estudio de Camila le dieron el último adiós. Foto EDH/ René Quintanilla

Por Carlos Ponce

2019-08-13 5:34:41

Hace unos días, Nayib Bukele, Presidente de El Salvador, subió un mensaje a su cuenta de Twitter anunciando el lanzamiento de una comisión internacional contra la corrupción, la versión salvadoreña de la CICIG bautizada con el acrónimo CICIES.

El vicepresidente Félix Ulloa, quien no ha figurado mucho en los medios de comunicación después de ser elegido, también habló sobre el tema, pero sin dar mayor detalle. Rogelio Rivas, ministro de Justicia y Seguridad Pública, también aseguró que el Gobierno está trabajando en el proyecto. Sin embargo, la información revelada sobre el tema es escueta y, en consecuencia, muchas personas están escépticas.

Algunos analistas ponen en duda lo que quiso decir Bukele al afirmar que el proyecto se “lanzará”. Sostienen que el uso de esa palabra sugiere que todo se trata de una maniobra mediática y que el anuncio únicamente busca distraer la atención de público para que no se sigan discutiendo otros temas negativos para el gobierno. Agregan que lo único que puede “lanzar” el Ejecutivo en esta etapa tan prematura es que designará a un grupo de personas para que empiece a trabajar en el proyecto de la CICIES.

Otras figuras públicas dudan de que la intención de Bukele sea genuina y aseguran que no pretende realmente luchar contra la corrupción. Temen que todo se trate de un plan elaborado para perseguir a adversarios políticos bajo la cobertura de una entidad que se asemeje a la CICIG.

Las dudas y críticas no han sido muy bien recibidas por el Ejecutivo. Muchos funcionarios han reaccionado con descalificaciones e insultos en contra de quienes han externado preocupación o exigido más información. Esto no es algo atípico. La actual administración no se ha caracterizado por su capacidad para lidiar con críticas o exigencias sino por todo lo contrario.

Algunas voces sensatas prefieren esperar que el Ejecutivo revele los detalles de su plan. Me uno a esa postura. No se conoce lo suficiente como para descartar o apoyar el proyecto de Bukele. No es responsable definir una posición categórica en favor o en contra a partir de supuestos. Debemos saber más sobre el tema.

El Gobierno tiene una oportunidad de oro en sus manos, pero fácilmente la puede convertir en el peor error que puede cometer. Esta es la oportunidad para en el país se construya el andamiaje para que nadie, absolutamente nadie, esté sobre la ley. Puede ser el único chance que tengamos para blindar la lucha contra la corrupción y la impunidad de los funcionarios de turno y los partidos políticos.

No obstante, tampoco debemos perder de vista que también se tiene que proteger el proyecto de los intereses de quienes operarán la CICIES. Los organismos multilaterales están formados por personas como cualquier otra organización y, por lo tanto, expuestos a sus ambiciones y vicios. No todos los proyectos que ejecutan son perfectos, efectivos o beneficiosos. No hace falta citar ejemplos lejanos: “la tregua” fue apoyada y contó con la participación activa de la OEA a pesar de que involucró una negociación oscura entre el Gobierno y cabecillas de estructuras criminales que cambió la dinámica política y el dominio y control de los grupos delictivos.

Es posible que las personas que estén a cargo del proyecto traten de crear las condiciones para justificar su prolongación por razones tan simples como no quedarse sin empleo. También el trabajo de la CICIES podría ser utilizado en favor de intereses particulares de personas o grupos a fines a quienes administrarán la entidad. Para evitar estos abusos se debe establecer desde un principio la vigencia del proyecto y diseñar mecanismos que adviertan y prevengan la selección de personal sesgado o la manipulación de los poderes otorgados.

Criminólogo

@_carlos_ponce