Proponer y no únicamente oponerse

La función crítica de los partidos políticos es plantear y desarrollar alternativas políticas, sociales, y económicas. La madurez del Ejecutivo es siempre estar dispuesto a escuchar y estar consciente de que todos juntos pensarán mejores soluciones para El Salvador y su gente

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Foto: Archivo

Por Carlos Armando Lemus Bolaños

2019-10-31 7:00:47

Pensar positivo, tener metas grandes y una buena actitud son elementos indispensables para destacar, salir adelante y superar los retos que se nos presentan, sean personales o del país. Que inmadurez y poca inteligencia se demuestra cuando nos limitamos únicamente a oponernos sin razón.

El término “oposición”, acuñado por los partidos políticos que en su momento no son los que están al frente del Ejecutivo, debe cambiar pues es frontalmente negativo y antagónico. El solo hecho de decir oposición implica oponerse y obstaculizar.

La manera de construir país es trabajando juntos en equipo, con principios sólidos, con una visión genuina, que sea planificada y compartida a largo plazo por los diferentes partidos. Por ningún motivo puede ser sujeta a “negociaciones oscuras” o estar comprometida de manera hipócrita con tal de conseguir votos en la siguiente elección.

Los valores y principios jamás son negociables.

Los salvadoreños queremos soluciones a los problemas sin importar bandera política, tanto de los partidos como del Gobierno. Necesitamos que nuestro país salga adelante y sea cuna de oportunidades y de democracia auténtica. Queremos paz, trabajo y buenas condiciones para todo aquel que desea superarse.

Queremos ver que, no importa quién esté en el Ejecutivo o en la Asamblea, se le va a brindar apoyo, dar la oportunidad y se van aplaudir sus decisiones si son favorables para los salvadoreños. Ya basta de llevar la contraria por simplemente no ser del mismo partido. Está equivocada e infantil manera de actuar nos ha mantenido en un letargo por décadas.

Si las decisiones emprendidas por el Ejecutivo o el Legislativo son consideradas erróneas, pues es obligación ofrecer opciones y soluciones y no quedarse en la cómoda e irresponsable posición de solo criticar sin dar aportes. Esta actitud es de poca cabeza, poco liderazgo y egoísta para los hermanos salvadoreños.

Es absurdo lo inmaduro e irracional como se ha venido manejando. Cuando ha habido cambio en el Ejecutivo o en el Legislativo, el que ha salido del “poder” por revanchismo político se dedica a oponerse sin medir que quien realmente paga la factura es la población, en especial el más necesitado.

Los partidos y el Ejecutivo deben entender que si se apoya una buena iniciativa, sin importar de donde provenga, el beneficiado es la población y más temprano que tarde el pueblo empezará a reconocer la madurez, inteligencia, valentía y sensatez. Por consecuencia, se recuperará la confianza y respeto en nuestros gobernantes.

Estamos realmente agotados de ver y escuchar conflicto de parte de las cúpulas políticas que termina llegando a todas las instituciones, sin tener la mínima consideración por la población que les dio el voto.

Queremos líderes pensantes, honestos, maduros, con valores, que sepan tener en orden sus prioridades. La selección de los representantes debe ser minuciosa y no solo por conseguir votos en el corto plazo, pues más temprano que tarde dicho error se terminará pagando con creces.

Gobierno y partidos políticos, tomen conciencia del pueblo. Reduzcan sus excesivos gastos que no tienen manera de justificarse. Trabajen juntos para ponerse de acuerdo y utilicen dichos ahorros para abastecer los hospitales de medicinas y mejorar la seguridad. Trabajen juntos para crear leyes que incentiven la inversión, mejoren la educación, mejoren las finanzas públicas, creen fuentes de trabajo, y paren la corrupción.

El Salvador es un país con gente altamente capaz, bella, buena y trabajadora. Los líderes de las fracciones deben ser catalizadores para liberar todo ese potencial que tiene nuestra gente.

La función crítica de los partidos políticos es plantear y desarrollar alternativas políticas, sociales, y económicas. La madurez del Ejecutivo es siempre estar dispuesto a escuchar y estar consciente de que todos juntos pensarán mejores soluciones para El Salvador y su gente. Los que aman a su país trabajan auténticamente por él.

Mahatma Ghandi dijo: “Un hombre es solo el producto de sus pensamientos. Se convierte en lo que piensa”.
Pensemos positivamente en grande y trabajemos desinteresadamente por nuestro país y por su gente.

Personalmente sueño con el día en que no importa el origen todos los salvadoreños tendrán las mismas oportunidades de superarse. Llegado ese día podremos decir juntos como país: nuestra gente ha triunfado.

Empresario

@CarlosALemus1