La docencia en tiempos de pandemia

Como dice Malala Yousafzai, basta un cuaderno y un lapicero para cambiar vidas, no digamos la férrea determinación del maestro salvadoreño.

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Foto: AFP / Foto Por AFP

Por Ricardo Lara

2021-08-23 4:33:08

Nadie imaginó ni por un segundo el rumbo que la humanidad tomaría. En un abrir y cerrar de ojos todo cambió: lo normal pasó a ser anormal y quizá lo anormal se convirtió en lo más normal.
Dentro de esas grandes transformaciones la docencia sufrió un duro golpe ya que el maestro debió adaptarse, aparte de evitar contraer la enfermedad a improvisar un método personal lleno del más grande ingenio para que el alumno recibiera lo mejor, no de una institución, sino del docente.
La pandemia llevó a que muchos jóvenes desertaran en el área rural y debió ese maestro dar clases llenas de creatividad para que la motivación hiciera que los alumnos se incorporaran nuevamente a sus aulas y recibieran sus clases con esas ansias de aprender.
No fue fácil ni lo es, ya que los que nos dedicamos a la docencia nos vimos en la obligación de evolucionar a buscar ser mejores docentes, ser creativos y a pesar de la tragedia que nos azota aun hoy en día, el alumno,sea de niveles de preparatoria o de posgrado, sienta que el tiempo no ha sido en vano.
Ver hacia atrás y criticar cualquier improvisación realizada es fácil pero el objetivo de este artículo es rendir un homenaje a todos aquellos docentes desde parvularia hasta universidades que dieron y han dado lo mejor de sí para lograr que el estudiante reciba los conocimientos merecidos. Debo agregar que muchísimos niños y adolescentes sufrieron tantos días de encierro y es imperativo cuidar y revisar su salud mental, pues el confinamiento a una casa o a una habitación no deja de ser un agravante en la sique de un alumno; sin embargo, el aula más importante que puede tener un alumno es su hogar.
Como docentes tratamos de dar lo mejor a nuestros alumnos y siempre tener tiempo para escuchar algún problema o necesidad que el estudiante tenga. Y es en ese diálogo en el que podemos inclinar la balanza a que el alumno crea en sí mismo, que luche con todas sus ganas para convertir sus sueños en realidades y nunca darles la espalda y creer que la relación docente-alumno empieza y termina en el aula. Todos hemos deseado un consejo oportuno y quizá parezca algo trivial, innecesario cuando confiamos tanto en nuestros profesores y pedimos unos minutos de su tiempo y debemos estar atentos a esos llamados pues si el alumno confía en nosotros, significa que nuestro trabajo ha sido certero, que ha dado frutos y jamás negar nuestro tiempo, por más afanes que tengamos.
Y algo que considero importante es que en esa magia de la clase, el maestro del siglo XXI no puede limitar su enseñanza a lo que estamos obligados a enseñar. Debemos permitir que el estudiante no solo aprenda a lo pedagógicamente obligatorio sino una de las lecciones más importantes que debemos enseñar es cómo es la nueva dinámica de vida, qué escollos se encontrará un profesional en el futuro, hacerle ver la realidad que le espera en la universidad de la calle, es nuestro deber prepararlos para un futuro competitivo.
La pandemia #COVID_19 nos golpeó a todos y debe servir esta tragedia para sacar lo mejor de nosotros. Debo felicitar a aquel maestro que sin nunca haber tenido experiencia en dar clases virtuales, logró hacerlo y con su determinación la docencia empuja a que la educación siga abriendo las puertas del mundo del futuro.
Como dice Malala Yousafzai, basta un cuaderno y un lapicero para cambiar vidas, no digamos la férrea determinación del maestro salvadoreño.