Proceso interno de ARENA, un paso hacia la recuperación de la confianza de El Salvador

Debemos desmontar las trincheras personales, los egos, dejar de lado la idea que nuestro hermano es el enemigo y avanzar juntos en aras de derrotar problemas nacionales que exigen nuestra pronta intervención, hoy desde la oposición.

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Fotografía fechada el 11 de junio de 2019 y cedida por el departamento de Seguridad Nacional que muestra condiciones de hacinamiento en el puesto de McAllen de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos. EFE

Por Norman Quijano

2019-07-08 3:24:18

La Comisión Electoral Nacional abrió ya el proceso para elegir a las nuevos integrantes del Consejo Ejecutivo Nacional (COENA) y la fecha fijada para celebrar esa fiesta cívica es el próximo 25 de agosto.

Este será el cierre de un período sumamente tormentoso pero me muestro confiado que, tal como lo expresó el dramaturgo Víctor Hugo: “Incluso la noche más oscura llegará a su fin y el sol se alzará”, por lo que ARENA superará esta crisis y recuperará la confianza de mis compatriotas.

Iniciado el proceso interno se produce la dimisión de Mauricio Interiano, una acción exigida por algunos y rechazada por otros; lo cierto es que lamentablemente ese fue el colofón de un periodo en el que, como partido, fuimos incapaces de dirimir nuestras diferencias al interior de ARENA. Es triste decirlo, pero nos ha hecho y nos sigue haciendo más daño la conflictividad interna que el mismo resultado del tres de febrero, de por sí malo.

Hace poco más de un año, todos en el partido nos dábamos palmadas de celebración en la espalda, lanzábamos elogios, celebrábamos por haber obtenido en las elecciones municipales y legislativas 37 escaños y 138 gobiernos locales, todos triunfamos producto de un gran esfuerzo. Esa reacción era normal, la victoria tiene muchos padres, pero las derrotas siempre son huérfanas, máxima aplicable a la política, al deporte o cualquier actividad en la que el ser humano participe.

No me dirigiré a un sector, a alguien en particular que aspire a dirigir el partido. Me dirijo a los más de 800 mil compatriotas, cantidad de ciudadanos nada despreciable, para agradecerles el que sigan viendo en ARENA un partido confiable pese al pobre, triste y deshonesto desempeño de algunos miembros; lamentables acciones que al pasarnos la factura, hemos hecho pagar al país al poner en riesgo la institucionalidad. Ustedes nos han colocado en condiciones de ser la verdadera oposición, responsable, crítica, democrática, constructiva y no un partido bisagra.

Nuestra institución, en sus más de 30 años de existencia política, ha demostrado su valor. En este período ha ejecutado programas exitosos para el desarrollo y la vida democrática del país. Seguramente somos un proyecto político cansado, pero no agotado. Somos una institución que sigue teniendo futuro y que va a resurgir vigorosa, renovada e impulsará a El Salvador por el camino del progreso.

Es cierto, en este momento no sentimos viento en cola; pareciera que hay una confederación de egos que no nos deja avanzar, pero nos encaminamos a un evento trascendental en la vida política de nuestro instituto, por lo que no debemos perder la ilusión de que después del 25 de agosto caminaremos en una sola dirección, con altura de miras, integrados plenamente, de una forma vertebrada, dejando a un lado las evaluaciones y expresiones en caliente y, particularmente, absteniéndonos del espectáculo en cada paso que damos.

Lo que hoy vivimos no es, ni será, la última crisis que viva este partido. Recordemos la derrota electoral en 1997, cuando perdimos toda el área metropolitana de San Salvador, o los períodos legislativos 2009-2012 y 2012-2015, cuando sufrimos escisiones, de las cuales nacieron GANA y Unidos por El Salvador.

Pablo Casado, líder del Partido Popular español, después del último resultado electoral, dijo que “los ríos, al igual que los partidos, suben y bajan, lo importante es que las aguas van a un mismo destino, en la misma dirección”, que en nuestro caso es ayudar, servir a los demás, apoyar, pero siempre unidos.

Nos tenemos que armar de paciencia, si nos queremos curar debemos ir al médico y en nuestro caso el galeno son las instituciones internas del partido, ni una más.

Debemos sostener debates internos que nos permitan adecuarnos a los nuevos tiempos; debemos modernizarnos, posiblemente agregar a nuestros documentos constitutivos nuevos compromisos como la defensa del medioambiente y de nuestros recursos naturales, tal como lo están haciendo ya algunos de nuestros diputados y alcaldes, pero siempre con mente fría, con el mejor propósito de avanzar hacia la construcción de esa visión que tiene a su base, los principios de ARENA.

Debemos desmontar las trincheras personales, los egos, dejar de lado la idea que nuestro hermano es el enemigo y avanzar juntos en aras de derrotar problemas nacionales que exigen nuestra pronta intervención, hoy desde la oposición.

El primer reto está en lograr esa unidad, esa cohesión en la que hacemos realidad la participación de los ochos sectores que forman nuestro partido y en la que todos sumamos y aportamos a la solución de los problemas nacionales, tal como lo hicimos ya para lograr la firma de la paz y el proceso de reconstrucción posconflicto. Lo hicimos una vez, estoy seguro que lo haremos una vez más. Aprovechemos la oportunidad que nos brinda el 25 de agosto.

Presidente de la Asamblea Legislativa y diputado de ARENA.