Por al menos ocho semanas el gobierno sigue enfrentando al coronavirus con una sola medida en la que está apostando el futuro del país: la cuarentena. Cada vez más, los estudios de salud y economía muestran que este es un gravísimo error.
En términos de salud, las dificultades de circulación y de transporte están causando muchas muertes de personas enfermas de otras cosas que no pueden llegar a los centros de salud, o que mueren en medio del desorden que el gobierno, en pánico por el coronavirus, está causando en los hospitales.
También está causando problemas en el tratamiento del coronavirus. El encerramiento no permite que la inmensa mayoría de gentes a las que el virus no les hará nada se infecten y desarrollen inmunidad. La suma de estas inmunidades individuales crea una inmunidad del grupo, que es la verdadera defensa contra el virus. La cuarentena evita que esa inmunidad se genere. Por otro lado, el encierro debilita el sistema de defensa natural del ser humano, física y psicológicamente, de modo que, al abrirse el sistema, que se tendrá que abrir algún día, la población no solo no habrá mejorado su capacidad para enfrentar al virus, sino que la habrá empeorado. El que el gobierno haya estado empeorando todos estos problemas demuestra que no ha logrado comprender el problema que está enfrentando.
El gobierno juega continuamente con las cifras diarias de contagios, casos activos, y muertes causadas por el coronavirus, como si fueran esas estadísticas las que realmente van a determinar su éxito o su fracaso. El gobierno tiene que entender que el triunfo o el fracaso se van a definir en el largo plazo, y que el problema del coronavirus se juega no solo en el terreno del coronavirus sino también en todas las dimensiones de la sociedad. El indicador de muertos que hay que comparar con lo que ha sido normal en los años anteriores no son los muertos por coronavirus, sino los muertos totales, del coronavirus y otras causas, porque, como está pasando en el país, la derrota viene cuando por detener las muertes por coronavirus se crean condiciones para que haya más muertes por otras enfermedades.
De la misma forma, nada se gana si en este momento se reducen las muertes sólo para que, por falta de defensas, no se logre la inmunidad del grupo y al abrirse la cuarentena haya más muertes, tanto del coronavirus como de otras enfermedades. En términos de salud, el objetivo del gobierno tiene que ser no minimizar las muertes ahora sino en el más largo plazo, cuando todas las vueltas de este desafío se hayan terminado de dar, dos o tres años en el futuro.
Pero el desafío también está en otras dimensiones del quehacer humano. Y en esas otras dimensiones el gobierno ha actuado muy mal. No sólo las ha descuidado totalmente sino que además las ha empeorado, destruyendo, con sus acciones arbitrarias, todas las previsiones constitucionales que dan seguridad económica a la población. ¿Quién va a venir a invertir aquí si el gobierno prohíbe la producción y cierra empresas por razones totalmente secretas y arbitrarias? ¿Si el gobierno está destruyendo la capacidad exportadora del país, impidiendo que las empresas cumplan con sus obligaciones internacionales y no puedan dar empleos? Todas estas cosas, más el lenguaje contra los inversionistas.
La Unicef acaba de publicar un estudio (https://www.telegraph.co.uk/global-health/scienceand-disease/unicef-warns-lockdown-could-kill-covid-19-model-predicts-12/ ), diciendo que la cuarentena indiscriminada, como la que tenemos aquí, puede matar a más personas mundialmente que el COVID-19, en cuenta 1.2 millones de niños debido a la disrupción de los servicios de salud y del suministro de alimentos que dichas cuarentenas causan. Adultos añadirían a esta carga. Habla de que estos efectos se dan en países en los que la gente no puede salir de sus casas sin documentación y que enfrenta otros problemas que les impide transitar y acceder a servicios esenciales de salud…como en El Salvador.
Estas son cosas que el gobierno debe tomar en cuenta para darse cuenta de que aferrarse a una política que ya no es buena solo traerá males al país. Hay otras políticas, como cuarentena en su casa para los vulnerables, y distanciamiento social y testing para el resto, que son mejores. Como dijo Hayek, no hay tragedia más grande que producir resultados que son el opuesto de lo que uno supuestamente está tratando de conseguir.
Máster en Economía
Northwestern University