Presupuesto 2020, un manejo más racional

Hay oportunidades de ahorro: asignando vehículos del tipo sedán y no camionetas 4x4 de lujo, ajustar planes de telefonía celular a unos más modestos, que el personal de seguridad para funcionarios se reduzca a la mitad, que se reduzca el número de diputados en la Asamblea Legislativa, consecuentemente se reducirán los asesores, y así todos deben hacer esfuerzos por cuidar cada centavo que ingresa.

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Por Carlos Mena Guerra

2019-10-10 6:29:18

Con datos oficialmente del Ministerio de Hacienda, el presupuesto 2020 será de $6,426 millones y es grato saber que Salud y Educación tendrán incremento en sus asignaciones. Ciertamente urge una población más saludable y educada, llegar a quienes no tienen acceso y mejorar la calidad de ambos servicios es crucial. Habrá incremento en Defensa, obligado por el tema de inseguridad, es oportuno comentar que el alza de personal de tropa para cumplir “periodos cortos de servicio militar” (18 – 24 meses), tiene la ventaja de poder reducirse al superarse las crisis, a diferencia del servicio policial civil que es más permanente en el tiempo. Otra alza se dará al desarrollo local (FODES) que pasa del 8% al 10% de los ingresos corrientes. Es urgente que las alcaldías destinen estos recursos en obras y no en salarios, más a los 13.2 millones del nuevo ministerio.
El Presupuesto General de la Nación puede ser una herramienta importantísima de Política Económica, mas de lo que reflejan los números fríos hay que prestar atención a las asignaciones porque hablan mucho más que el discurso político del gobierno. Recordemos que el Estado construye infraestructura, consume combustible, compra mobiliario, computadoras, café, azúcar, servicios de telefonía, publicidad y otra gran cantidad de productos y servicios, los cuales deben ser de buena calidad, adquiridos transparentemente y mejor aún de origen salvadoreño. Las cifras asignadas en las diferentes carteras pueden impulsar, o no, el crecimiento de los sectores de nuestra economía.
Fuese ideal que un mayor porcentaje de estos $6,426.1 millones se destinasen al tipo de inversión multiplicadora y dinamizadores de la economía interna, por ejemplo: turismo, infraestructura (no como El Chaparral). En infraestructura toda Latinoamérica esta rezagada con 2.8% del PIB; el total de nuestro presupuesto en Obras públicas refleja apenas 1.27% (¡incluyendo salarios!), siendo la inversión en otras latitudes de 5% al 7% (BID). También en Educación la asignación es 3.75% del PIB cuando en Latinoamérica el promedio es 5.1% PIB (BID). En Salud es 2.68% del PIB, el recomendado por la OPS es 6%. Medio Ambiente también ha tenido reducción. Este breve análisis dice mucho: las asignaciones en áreas claves no son las suficientes y se asignan recursos en áreas menos cruciales e ineficientes (Corte de Cuentas, ONG, malos subsidios, Privilegios, exceso de asesores).
Es oportuno llamar a los tres poderes del Estado republicano salvadoreño: a la Corte Suprema de Justicia, ¡que está incrementando su presupuesto en $16 millones! Es inaceptable que funcionarios públicos vivan un estilo de vida de país del Primer Mundo cuando nuestro país esta en condiciones de Tercer Mundo.
Hay oportunidades de ahorro: asignando vehículos del tipo sedán y no camionetas 4×4 de lujo, ajustar planes de telefonía celular a unos más modestos, que el personal de seguridad para funcionarios se reduzca a la mitad, que se reduzca el número de diputados en la Asamblea Legislativa, consecuentemente se reducirán los asesores, y así todos deben hacer esfuerzos por cuidar cada centavo que ingresa. Hacienda debe exigirlo. Estamos en tiempos de vacas flacas desde hace rato y el presupuesto de gastos debe ser consecuente con la situación económica de país. Es momento ya de formular presupuestos austeros (donde sea posible), equilibrados, detener la deuda (porque estamos hasta el cuello), parar la corrupción y el derroche del dinero de los salvadoreños.

 

Militar y economista