Crece la incertidumbre

Los salvadoreños que sí cotizan en las AFP temen que se responda bajo un falso discurso de “solidaridad” en el tema de pensiones.

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La ex fiscal venezolana Luisa Ortega Díaz acusó a Alex Saab en 2017 de ser uno de los testaferros del presidente venezolano. FOTO: EFE

Por Jorge Canizales

2021-10-17 2:41:54

A un mes de la puesta en vigencia de la Ley Bitcoin, si bien sus repercusiones fiscales y macroeconómicas aún están por verse, los inefectivos intentos del gobierno por imponer el Bitcoin parecen haber calmado hasta cierto punto las preocupaciones de los individuos y empresas. Sin embargo, una nueva fuente de incertidumbre parece asomarse en el horizonte: los ahorros de pensiones de los trabajadores.
El pasado 15 de septiembre, durante su discurso en “honor” a la Independencia Patria, Nayib Bukele prometió una reforma al sistema de pensiones dentro de un plazo de 30 días. Si bien no se dio detalle alguno, el simple hecho de mencionar dichas palabras arrojó incertidumbre sobre lo que les depara a los ahorros de cientos de miles de salvadoreños. Muchos dirán que no tiene sentido preocuparse; sin embargo, la incertidumbre siempre ha sido un factor clave al momento de tomar cualquier tipo de decisión económica. A falta de un futuro concreto y teniendo en cuenta el historial fuertemente apalancado del gobierno, muchas personas que cotizan en las AFP han ilustrado en sus cabezas el peor de los casos: un regreso a un sistema público de pensiones.
Los efectos de una posible reforma de pensiones no son solo inmediatos, con miles de personas temiendo por sus ahorros, sino dolorosamente duraderos. Si el gobierno se da la tarea de proveer una pensión a todos los salvadoreños, incluso a los que nunca han cotizado, cabe hacerse una pregunta, ¿de dónde saldrá todo ese dinero?, la cual los salvadoreños que sí cotizan en las AFP temen que se responda bajo un falso discurso de “solidaridad”. A su vez, el nivel de deuda pública que se ha alcanzado en los últimos años de gobierno no es nada alentador. La simple posibilidad de que el gobierno tenga acceso a las pensiones como una forma de financiamiento con un alto riesgo de no retorno representa una amenaza para las generaciones futuras.
Los adultos que coticen en el futuro no solo tendrán que acolchonar las pensiones de sus contemporáneos sin empleo formal, sino también los de la generación anterior. Todo esto sin contar la inmensa deuda pública que la población tendrá que saldar y que amenaza con absorber sus ahorros. Por último, ¿dónde entra el bitcoin en todo esto? ¿Tiene el gobierno la intención de pagar pensiones en Bitcoin? No lo sabemos. Lo mejor que podemos hacer es trabajar dentro de los márgenes de la incertidumbre.
Con cada decisión espontánea y ambigua, el riesgo del país incrementa, las tasas de préstamos aumentan, las inversiones caen, las empresas se ralentizan y las familias temen por sus activos. Termina septiembre, lo que no termina son los gastos frívolos, las monedas electrónicas y los sueños satelitales.

Estudiante de Economía y Negocios

Club de Opinión Política Estudiantil (COPE)