Los 3 meses de edad volvían imposible ocultar aquella criatura. Condenado a muerte, ahora flotaba sobre una arquilla de juncos calafateada junto a la orilla del río Nilo.
Las muertes del sector salud por el SARS-CoV2 han tomado notoriedad en los diferentes medios de información del país. ¿Hasta dónde los datos representan una muerte prevenible? En países como España y México, la infección en el personal de salud oscila entre el 22 al 26%. Esto significa que de cada cinco personas infectadas al menos una trabaja para este sector. Este dato no es de extrañar si la batalla se cierne en hospitales y centros de salud.
El King’s College de Londres publicó en “Lancet” una investigación que evidenció que el personal de salud tiene 12 veces más riesgo de reportar una prueba positiva alSARSCoV-2 que la población en general ¿Qué sucede con los equipos de protección personal (EPP)? ¿Qué tanto protegen? ¿La reutilización tiene riesgos? Los resultados revelan que el riesgo de infección al reutilizar un EPP (sin esterilización) es muy similar al de sufrir contagio al colocarse o retirarse el equipo en forma inapropiada (HR 1.46 vs 1.31). Entonces, la protección contra la infección no solo se relaciona al hecho de tener un EPP disponible, sino también a la forma en que se utiliza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que durante la pandemia el personal de salud utilizará mensualmente un aproximado de 89 millones de mascarillas, 76 millones de guantes y 1.6 millones de gafas de seguridad. En un estudio comparativo entre personal médico de Pakistán y Estados Unidos, se identificó una marcada diferencia en la disponibilidad de EPP completo (12.9 vs 50.5%). Llama la atención también que no todo el personal sanitario pudiera contar con un EPP completo en el norte del continente americano. La aplanadora COVID no parece entender de razones diferenciales entre países. Contar con un EPP no será para todos y menos si te encuentras en una zona en vías de desarrollo.
El hospital San Rafael de Santa Tecla, se considera el centro de referencia para la población del departamento de La Libertad, es decir un poco más de 825,000 habitantes. De acuerdo con indicadores, este hospital debería de contar con cerca de 800 camas y actualmente posee un poco más de 200 para tal fin. El hecho de que el nosocomio posea tan solo un 25% de disponibilidad de camas hospitalarias, para alcanzar su objetivo de atención, no significa que esta masa de población dejará de consultar ¿Cuál es el resultado de esto? HACINAMIENTO (el principal aliado del contagio). El personal de salud labora actualmente en infraestructuras antiguas, con salarios que obligan a trabajar en varias instituciones con diferentes plazas y una mezcla adicional deoferta privada para sobrevivir. Si revisamos un poco más al dedillo la lista de galenos fallecidos encontraremos: personal jubilado, colegas del sector que se encontraban aislados en su casa de habitación, personal que trabajaba exclusivamente en el sector privado y una buena proporción del sector público/ISSS. El virus se paseó de adentro hacia afuera y por todo el sector sin pedir permiso.
Tal vez nos percibimos huérfanos de una estrategia de prevención para el sector, pero antes de atacar al MINSAL tenemos que conocer el sistema y vivirlo en carne propia para entender sus bondades y falencias, si no “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”. ¿Será obligación de las autoridades de turno corregir todos los errores acumulados de un solo tajo? Más bien creo que su responsabilidad estriba en generar un rumbo, adonde de alguna manera los diferentes sistemas y actores se encuentren debidamente integrados y coordinados para enfrentar estas catástrofes.
Por otra parte, el MINSAL debe convertirse en el verdadero regente de salud del país, con cierto grado de autonomía y poder de decisión, alejado de exabruptos políticos y alejado de una imagen de amputación como la que ahora le acompaña. Deben asumir con seriedad un reto adquirido por decisión propia. Aquí cabe la famosa frase de tío Ben al Hombre Araña: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Aunque salida de un comic, es una frase válida para el momento.
La arquilla flotó lo suficiente como para que su pasajero terminara acariciado por las manos de la hija del faraón. Lo demás es historia, pues en sobre las aguas del río flotaba el futuro líder de una nación que se llamaría algún día Israel. Su causa de muerte era haber nacido esclavo, su razón de vida era llegar a ser libre. La muerte en el sector salud, denuncia la poca estima que tenemos por aquellos que sirven exponiendo su vida por deber a su profesión, su causa de vida es cumplir el juramento que un día les convirtió en lo que son: “Defensores de la vida y enemigos de la muerte”.
Médico intensivista