El secuestro del análisis

Las pandillas saldrán fortalecidas de esta emergencia. la crisis económica que golpeará a Latinoamérica hará que dichos grupos se conviertan en una opción aún más atractiva en los barrios más vulnerables

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Eduardo es médico ginecólogico en el Hospital 1° de Mayo. Foto Cortesía

Por Carlos Ponce

2020-05-20 5:51:31

El gobierno y sus acólitos atribuyen al Plan Control Territorial la disminución en la cantidad de homicidios durante la pandemia. Sin embargo, esta es una lectura superficial, ya que no considera otros elementos presentes en el entorno. Por ejemplo, El Salvador no es el único país que ha experimentado una reducción en la incidencia criminal que coincide con la propagación del COVID-19. Además, los recientes incrementos en la cantidad de homicidios, cuidadosamente dosificados por las pandillas, indican que estos grupos siguen teniendo el control del territorio, contradiciendo totalmente la versión oficial. El análisis del delito en el país debe de ser más profundo, objetivo y técnico para poder darle tratamiento adecuado.
Durante esta emergencia, países alrededor del mundo registran decrementos significativos en sus estadísticas criminales. Este comportamiento ha sido tan generalizado que se convirtió en tema de discusión en la comunidad internacional de criminólogos. En esos círculos, las teorías de oportunidad son las que se citan con más frecuencia para explicar cómo los cambios en los patrones de movilidad provocados por las cuarentenas han modificado los índices delictivos, eliminando algunas oportunidades para delinquir y, al mismo tiempo, creando otras. Bajo esta premisa, muchos advertimos que se registraría una disminución en la cantidad de los delitos tradicionales y que, además, surgirían otras oportunidades para cometer ilícitos en El Salvador.
Antes de que se declarara la propagación de la enfermedad como pandemia, cuando apenas se empezaba a escuchar sobre el nuevo coronavirus, planteé a mis estudiantes un ejercicio sobre el tema que resultó bastante entretenido. En una de las secciones de “Introducción a la Criminología” que imparto, en el módulo de pandillas y crimen organizado, hablábamos sobre cómo dichos grupos están sujetos a procesos evolutivos propiciados por cambios en el entorno. Tomando el COVID-19 como punto de partida, les pedí que se dividieran en grupos y discutieran qué oportunidades podrían ser generadas por la epidemia y aprovechadas por las pandillas y el crimen organizado. Después de unos minutos de discusión, les pedí a los grupos compartir con el resto de la clase las oportunidades que habían identificado. Algunas de sus respuestas fueron bastante acertadas y, por supuesto, otras totalmente disparadas.
Durante la pandemia, los más prestigiosos criminólogos especializados en crimen organizado han mantenido un debate permanente sobre qué oportunidades podrían ser aprovechadas por estructuras criminales. Unos cuantos analistas internacionales se han aventurado a hacer pronósticos sobre las pandillas en el Triángulo Norte de Centroamérica. Invariablemente, sus lecturas vaticinan que las pandillas saldrán fortalecidas de esta emergencia. Aunque todas son interesantísimas, las más cautivadoras se enfocan en cómo la crisis económica que golpeará a Latinoamérica hará que dichos grupos se conviertan en una opción aún más atractiva en los barrios más vulnerables.
Sin embargo, hay muchas otras variables que deben considerarse. Por ejemplo, la destrucción causada por el virus al interior de las pandillas. La capacidad de liderazgo es esencial para explotar oportunidades criminales y aprovechar exitosamente estímulos externos para la evolución. El fallecimiento de figuras clave dentro de las pandillas a raíz de la enfermedad puede limitar la capacidad de dichas agrupaciones para explotar nuevas oportunidades y hasta propiciar un proceso de regresión.
El país necesita este tipo de análisis para tener un panorama adecuado que permita abordar el problema de la mejor manera. Actualmente, parte importante del análisis del delito en El Salvador está secuestrado por intereses políticos. Sin embargo, me llena de optimismo lo que viene. He tenido la oportunidad de interactuar con varios jóvenes que han decidido estudiar criminología en el extranjero y estoy seguro contribuirán a elevar el nivel de análisis en los próximos años, vigilando que el análisis se mantenga técnico, objetivo y profundo.

Criminólogo.