Las grandes crisis post-pandemia

Exijamos políticos que trabajen en temáticas ambientales y no solo por pantalla de humo, por lo que es un llamado a ser crítico y observadores del historial de lo que nos ofrecen.

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Marchas de gremiales de docentes han sido la respuesta en años anteriores, cuando el Ministerio de Salud de turno no ha querido revisar sueldos del sector. / Foto EDH - Archivo

Por Daniel Girón

2020-09-23 9:49:23

En estos tiempos post cuarentena muchas familias han salido a disfrutar de la naturaleza luego de cuatro meses en casa, para estar en contacto nuevamente con la brisa marina, el bello panorama de nuestros lagos o a disfrutar de la temperatura típica de la zona montañosa.
El futuro que tanto leímos sobre el cambio climático es ahora y se manifiesta de forma virulenta, pero aún tenemos por delante grandes crisis y desafíos que requieren nuestra atención con real urgencia. Estos grandes desafíos van desde la sobrepoblación de nuestro pequeño país, la gran deuda internacional post pandemia, el inevitable aumento de impuestos que la población deberá aportar y entre otros también tenemos la perdida de nuestros bosques y zonas de recarga hídrica que afectan más a la pérdida de biodiversidad.
Muchos de nuestros tomadores de decisiones aún no valoran lo que la pérdida de biodiversidad nos trae, perdiendo especies con servicios ecosistémicos irremplazables como polinizadores de cultivos de importancia alimenticia y económica, así como de especies vegetales silvestres, depredadores y controladores de especies que compiten con los recursos del humano, especies acuáticas como insectos y peces que aportan grandes proteínas a las familias rurales, así como de paisajes y panoramas de bosques saludables.
Todas estas crisis ponen de manifiesto el aumento de familias en zonas de alta vulnerabilidad, aumento de la necesidad de recursos alimenticios que deben producirse, acceso y necesidades de agua potable, vivienda digna y segura, espacios de esparcimiento accesibles, seguros y saludables, cambios de uso de suelo y la necesidad de generar “desarrollo” con el capitalismo salvaje que hasta ahora hemos desarrollado.
El llamado es que no seamos como la rana que está en la olla en el fuego, que a pesar de la crisis en la que se encuentra no reacciona hasta que ya es muy tarde. Pongamos real interés y prioridad a temáticas de alto impacto. Dejemos atrás en el invertir en el remedio, sino que apostemos a prevenir la enfermedad.
Nuestro país debe realizar mejores esfuerzos para conocer y conservar nuestra biodiversidad, exigiendo mejores evaluaciones de impacto ambiental, que normalmente no registran el verdadero potencial que se pierde de nuestra fauna y flora en aras de la aprobación de proyectos de construcción como aeropuertos, represas hídricas, así como de sitios con potencial turístico.
Exijamos políticos que trabajen en temáticas ambientales y no solo por pantalla de humo, por lo que es un llamado a ser crítico y observadores del historial de lo que nos ofrecen. El país debe apostar por una cultura ecológica, de conservación y mejorar el sistema educativo, facilitando la educación ambiental y tecnológica para que la próxima generación desarrolle tecnologías y dejar atrás el ser una mano de obra barata poco preparada y ser una región con mano calificada en el desarrollo de tecnologías y que posee una apuesta por la conservación de nuestra naturaleza.

Biólogo e Investigador de REDIA.

d.giron@rediasv.org