Una nueva normalidad para nuestra naturaleza

Este momento es clave para establecer una nueva normalidad, más amigable, más sustentable y con mayor apuesta a la conservación de nuestra naturaleza

descripción de la imagen
Paolo Luers / Foto EDH

Por Daniel Girón Segovia

2020-08-15 6:38:06

El dominio de la naturaleza ha sido un proceso normal, silencioso e invisible por los modelos económicos que justifican la explotación en nombre del progreso y del desarrollo, dejando de lado la complejidad de interacciones que en ella ocurren convirtiéndola simplemente en un recurso natural del cual hay que sacarle provecho.
Este año ha sido una evidencia clara de los estragos que como civilización hemos hecho en nuestro medio ambiente, desde fenómenos como incendios de gran escala, hasta el surgimiento y expansión de enfermedades zoonóticas, resultado de una combinación de factores como tráfico de vida silvestre, insalubridad, deforestación y una globalización que aceleró el tiempo de propagación de este virus.
Actualmente nos preparamos para combatir una plaga de insectos que se beneficia de la escasez de depredadores y controladores biológicos debido a nuestra pérdida de biodiversidad, y gracias a nuestra apuesta por los monocultivos como uso por excelencia de suelo. Promover estos aumenta la probabilidad de observar más plagas como las langostas migratorias, escarabajos barrenadores, o la roya (que nos afectó hace unos años) entre otros, y estas plagas podrían aumentar su presencia con el paso del tiempo.
Las temperaturas que están aumentando como consecuencia del cambio climático, aumenta el ciclo biológico de muchas especies invasoras y plagas, mientras que especies autóctonas no poseen la capacidad de tolerancia para poder sobrevivir o sincronizar sus etapas reproductivas en épocas con mayor disponibilidad de recursos alimenticios, provocando un fracaso en el establecimiento de nuevas poblaciones.
Recordemos que cada acción trae una reacción, y nuestro modo de vida nos ha traído a estas consecuencias, con un estrés hídrico a la vuelta de la esquina, pérdida de biodiversidad, aumento de plagas y otros insectos vectores, como lo son los zancudos y moscas, también es preocupante el aumento de contaminantes por producción de desechos sólidos y químicos por efecto del enfrentamiento contra el COVID-19.
Para afrontar este panorama nada alentador ambientalmente se debe trabajar en conjunto para aumentar la apuesta e inversión en investigación científica de la biodiversidad regional, priorizar el medio ambiente antes que inversiones de recreo sobre todo en áreas de alta vulnerabilidad o con altos índices de biodiversidad, invertir y enfocarse en una educación ambiental nacional, que se vea incluida en el sistema educativo y medios de comunicación, y que este aporte conocimiento de valor útil para la vida. Este momento es clave para establecer una nueva normalidad, más amigable, más sustentable y con mayor apuesta a la conservación de nuestra naturaleza.

Biólogo e investigador de REDIA

Red de Investigadores Ambientales
d.giron@rediasv.org